Deberíamos estar debatiendo temas como participación ciudadana y la calidad de la democracia. En cambio, estamos muy atentos a la disputa entre la 4T y el INE por la consulta. Deberíamos estar analizando la eficacia o no, de los plebiscitos. Pero estamos muy distraídos en los jaloneos por el presupuesto de la consulta para la renovación de mandato. Y sobre todo han salido a relucir los extraordinarios privilegios de los consejeros del INE que son reprochados por la ciudadanía.
El presidente del INE ha llevado el debate a la arena de los presupuestos y los dineros. Justamente al terreno donde los consejeros son más vulnerables y que menos les conviene.
Hay una doble narrativa que transita de manera paralela. Por un lado, los consejeros argumentan que no tienen dinero para realizar la consulta. Por otra parte, el gobierno objeta falta de austeridad. Y ha puesto de manera central en opinión pública los altos salarios, privilegios y discrecionalidades que los consejeros gozan. Los defensores del INE se quedan con pocos argumentos para justificar las inmensas canonjías que han gozado los altos funcionarios. El tema de fondo no son los dineros sino el forcejeo de poder. Los consejeros están perdiendo la batalla. El INE está pagando el costo simbólico de los excesos de los privilegios que históricamente han gozado.
En la mañanera del 17 de enero, AMLO expuso las contrastantes diferencias presupuestales de los institutos electorales en América Latina. El INE: 1,318 millones de dólares en 2021, seguido de lejos por Colombia con 267 millones de dólares en ese mismo año. Por curiosidad convertí a dólares el presupuesto otorgado al IEEM en 2021, cerca de 150 millones de dólares y me llevé una sorpresa comparativa. El IEEM tiene mayor presupuesto que la mayor parte de los países de América Latina.
Está ligeramente abajo de Argentina que, en 2021, gastó 165 millones. Pero los dineros que el IEEM recibe, están muy encima de países como Chile, Bolivia, Ecuador, Uruguay y de todos los países Centroamericanos. Los jilgueros puristas mirarán el padrón electoral, las atribuciones y los tiempos electorales. El hecho contundente en 2021, es que no solo el INE sino el IEEM, son de los institutos más caros de la región. Me pregunto si los numerosos privilegios y las prerrogativas que gozan los consejeros del IEEM, que son casi idénticas a las del INE, tendrán que pasar por la revisión crítica de la ciudadanía mexiquense. Seguro que sí.
Bernardo Barranco