El Partido de Acción Nacional está perdiendo la brújula. Su acercamiento a Vox, partido de la extrema derecha española, neofranquista, pone en evidencia su pérdida de rumbo y de estrategia. El partido español Vox, ha crecido vertiginosamente en los últimos años y se coloca casi como la tercera fuerza política en el país ibérico. Fundado recién en 2013, de corte fascista, Vox evidencia la debacle de la clase política española. Es evidente que su expansión electoral se debe a que supo cosechar el voto de la derecha desencantada en el Partido Popular (PP).
El PAN pone de manifiesto que atraviesa por una crisis de identidad al no saber emplazar su rol como oposición. Recordemos que en su historia política, el blanquiazul, ha sido una oposición leal al sistema dominado por el PRI por 70 años. Ser oposición, entiendo, es primordial en los sistemas democráticos. Es un contrapeso que limita, exige y presiona a los gobiernos en turno. Ser oposición inteligente configura transformaciones y alternativas en la conformación nuevos gobiernos. El rol de la oposición permite la emergencia y renovación de nuevos liderazgos. El PAN en su acercamiento a Vox, se juega el albur de identificarse con lo peor de las derechas radicales de Europa.
El PAN que tanto critica a AMLO y la 4T de populista, se acerca a Vox considerado como la derecha radical populista. Politólogos califican a Vox como xenófobo, antifeminista, negacionista, racista y opuesta a la llamada ideología de género. Cómo es posible que los legisladores del PAN se saquen la foto con Santiago Abascal, líder del partido español, cuando ha declarado que su país en la conquista “logró liberar a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los aztecas”. ¿Santiago, tendrá parentesco con los Abascal mexicanos del Yunque? Por lo menos comparten las mismas y rancias convicciones. Salvador Abascal Infante, fundador del sinarquismo, afirmó que en la Conquista: “No hubo vencedores ni vencidos sino libertadores y liberados del sanguinario y satánico culto azteca”.
Cómo el PAN se atreve a ligar su trayectoria al partido de Abascal que ha venido demonizando y persiguiendo la figura de los “sin papeles”, migrantes musulmanes y latinoamericanos. La audacia conservadora de Vox es solo comparable a la de Donald Trump. Que en las redes sociales y en los medios hablen, para bien o para mal, mientras hablen. El Yunque es el intermediario y Vox es uno de los más graves errores del PAN.
