Ciudad de Panamá. La Jornada Mundial de la Juventud ha concluido. El Papa está exhausto pero contento. Sabe que logró conectar no solo con el país anfitrión sino con más de 100 mil jóvenes. La visita pontifical acaparó absolutamente la agenda, en Panamá, no se hablaba de otra cosa.
El balance es positivo y Francisco recuperó vigor. No tuvo empacho en reclamar a sus obispos más empeño pastoral, mucho mayor compromiso con sus feligresías. Los obispos no son directivos ni administradores. Su misión es eminentemente evangelizadora.
De regreso a Roma, en el avión, a 37 mil pies de altura, Francisco ofreció la obligada rueda de prensa. El Papa se somete algunas preguntas controladas que le formulan reporteros de la fuente y vaticanistas. El periodista Juno Arrocho de Catholic News Service, le pregunta: Santidad, ¿cuáles son sus expectativas o esperanzas para el encuentro de febrero, para que la Iglesia pueda reconstruir la confianza entre los fieles y sus obispos? Se refiere a la reunión cumbre que ha convocado Francisco a los presidentes de las Conferencias episcopales de todo el mundo para abordar medidas concretas contra la pederastia clerical, la complicidad y los encubrimientos que los pedófilos han gozado en la Iglesia desde hace décadas.
El Papa responde con agilidad: “Sentimos la responsabilidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales, y por eso se llama a los presidentes. Una catequesis que en primer lugar, se tome conciencia del drama”.
¿Tomar conciencia del drama cuando la Iglesia lleva enfrentado desde hace 20 años escándalos continuos que la han venido dañando?
El Papa continúa: “Segundo, que sepan qué se debe hacer, el procedimiento. Porque a veces el Obispo no sabe qué hacer… Qué tiene que hacer el obispo, qué cosa tiene que hacer el arzobispo, el metropolitano, qué cosa debe hacer el presidente de la conferencia, pero que sea claro. De tal manera que haya protocolos que sean claros. Esto es lo principal”.
Habla de una “catequesis” o claridad de los procedimientos. Esto es primordial, dar continuidad a los protocolos que intentó establecer Benedicto XVI y poner fin a los encubrimientos. Pero se antoja tardía en inverosímil que los obispos no sean conscientes y no sepan qué hacer. Finalmente el Papa refiere que dicha reunión será a puerta cerrada y que se han “inflado las expectativas”. Muchas dudas se siembran, se requieren medidas contundentes. _
Bajar expectativas de cumbre sobre pederastia: Papa
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Bernardo Barranco
Ciudad de México /