Así me resumió Mónica Aspe el convenio que firmó ayer AT&T con Telefónica para acceder a la capacidad de sus redes inalámbricas.
“Lo interesante es que le brindamos este espacio en nuestra red, pero nos mantenemos como competidores en el mercado. Telefónica sigue con todo lo que es clave para competir: su frente comercial, la comercialización, la facturación, sus plataformas de atención al cliente y la red de transporte (fibra previa a la última milla)”, agrega Aspe, VP de Asuntos Externos y Relaciones Internacionales e Institucionales de AT&T.
Este convenio le permitirá a la firma de origen español mudar gradualmente su tráfico de 26.9 millones de suscriptores de Movistar a la red de AT&T, que actualmente ocupa con sus 18.6 millones de clientes.
¿Tenía la firma estadunidense capacidad ociosa para rentar a Telefónica? “No. Y lo interesante es que a medida que se vaya haciendo la migración hacia nuestra red, nosotros le iremos haciendo ajustes a la misma para que en todo momento se tenga la capacidad necesaria y que sea imperceptible para los clientes tanto de ellos como nuestros” , agrega la ejecutiva.
Este convenio le permitirá a Telefónica quitarse la carga de poner más dinero en infraestructura en un mercado donde no le ha ido bien desde hace años. “No estamos contentos con México”, dijo su presidente global, José María Álvarez-Pallete, en el informe anual de 2018. Según lo informado desde España, este acuerdo le generará “a Telefónica México eficiencias operativas y financieras con un impacto positivo anual en flujo de caja de 230 millones de euros a partir del año tres del acuerdo”.
Para AT&T es una operación que le permite usar más eficientemente su red actual y de contar con fondos frescos y regulares para invertir en aumentar su capacidad y expansión. “El convenio hace más sostenible la operación en un mercado donde falta competencia porque hay unos niveles de concentración tremendos, con un jugador preponderante que nos ha llevado a buscar modelos creativos que nos hagan más eficientes y que fortalezcan nuestra capacidad de competir”, agrega Mónica Aspe, quien conoce de cerca a ese jugador desde que era subsecretaria de Comunicaciones en la SCT: América Móvil/Telcel.
Hoy la firma fundada por Slim ‘corta el bacalao’ en el negocio de telefonía móvil con 76.1 millones de clientes, aun y tras una reforma en telecomunicaciones que buscaba bajar estos niveles de concentración en pos de un mercado con mayor competencia.
A pesar de que el peso de América Móvil parece no bajar (sino incluso aumentar) para AT&T, México sigue siendo prometedor por “que tiene geografía importante, con una demografía positiva y donde a pesar de la falta de competencia han subido los indicadores de conectividad”, remata Mónica Aspe.
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