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Si pidiéramos seguridad a Santa…

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Puede sonar naif, pero si algo deseamos, sin duda, es que llegue a cada uno de nosotros una dosis bien envuelta de seguridad. Tristemente cada año rompemos el récord de homicidios y delitos del año previo. Si los números se mantienen como hasta hoy, 2019 terminará con 38 mil muertos, lo que significa un aumento de 11% versus 2018 (que sumó 34 mil 200 víctimas y que fue 17% peor que 2017). 

Cerramos el año con una tasa de 30 a 31 homicidios por cada 100 mil habitantes (como lo calculó el especialista en seguridad Alejandro Hope). En 2018 fue de 23 por cada 100 mil. 

Ha sido un año donde la purpurina morada y las pintas a monumentos de la ciudad nos colorearon una realidad brutal: los feminicidios crecieron 16.2% este 2019 y a la fecha hay mil 16 mujeres que han pagado con su vida la falta de seguridad y el exceso de impunidad. 

Ha sido un año de brutalidad: un comando rodeó, baleó e incineró a tres mamás y seis niños de la comunidad mormona LeBarón en plena Sierra Madre. Escuchamos por primera vez desde la Casa Blanca sugerir sumar a los narcotraficantes mexicanos a la lista de amenazas terroristas. Aparecieron decenas de fosas llenas de cadáveres sin identidad. Vimos la torpeza en la ejecución de aparatosos operativos de seguridad que terminaron con hombros alzados de la autoridad y delincuentes en la calle, como pasó con Ovidio Guzmán y con la Unión Tepito. 

¿Cuánto impacta económicamente la inseguridad? En 2018 —que ya sabemos que fue mejor que este año—, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), la violencia sumó 5.16 billones de pesos, 10% más que en 2017. 

Pero a pesar de este hueco que genera —humano y financiero— somos de los países que menos invierte en seguridad interna y en procuración de justicia: ambos ítems solo representan 0.81% del PIB. Para poner en contexto, esta cifra es la mitad del promedio de los países miembros de la OCDE, lo que nos pone al final de la lista de los 33 estados miembros.

No es lo único en lo que estamos a la zaga: solo tenemos 3.5 jueces y magistrados cada 100 mil habitantes (cuando la media global es de 16) y 110 oficiales de seguridad pública por el mismo volumen de personas. Es decir, menos de la mitad del promedio del resto de Latinoamérica. 

Más allá de los discursos o de las excusas, no hay planes ni dinero para mejoras. Basta con revisar el Presupuesto 2020 para ver que hubo una reducción de más de 20% en el presupuesto al Fortalecimiento para la Seguridad Pública en los Municipios. 

Que anoche, ni hoy ni mañana tengamos, una ‘Noche de Paz’ tiene un alto costo: reducir la violencia en el país al nivel de sus cinco estados más pacíficos (empezando por Yucatán) generaría un ‘dividendo de paz’ de 2.5 mil mdp al año, según calculó el Mexico Peace Index 2019. 

Paz, dicen muchas tarjetas de felicitación. Paz es lo que necesitamos. Paz es lo que merecemos. Paz ¿es lo que conseguiremos? 


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@ba_anderson


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Bárbara Anderson
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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