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Nosotras y las hipotecas

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Hay muchas maneras de demostrar la brecha laboral entre hombres y mujeres. Cada año la OCDE presenta sus resultados, lo mismo que el WEF y el Inegi. Pero, por primera vez, una institución muy vinculada con el empleo formal decidió ‘mirar’ sus números con una perspectiva de género: el Infonavit.

En los 48 años que tiene el instituto, nunca se había hecho un corte para saber el balance entre hombres y mujeres a la hora de entregar recursos para la vivienda.

“Con solo hacer un análisis de las subcuentas, detectamos que las mujeres tienen un ahorro 5 mil pesos menor en promedio que los hombres”, me explicaba Carlos Martínez Velázquez, director general del Infonavit.

En 2018, solo 10.8 por ciento de las mujeres registradas contaba con un crédito para la vivienda. Hasta ahora, para dar un crédito, el instituto solo evaluaba el historial de un número de empleado y recién en la entrega podía saber si era un hombre o una mujer. En ese momento se cristaliza otra inequidad: 65 por ciento de los créditos los solicitan hombres. “Esto nos demuestra que nosotros estamos replicando esa desigualdad estructural que existe en el mercado laboral formal, en lugar de que a través de nuestra acción, del trabajo del instituto podamos revertir esto”, dice el director.

Este reporte también permite analizar los patrones que siguen las carreras laborales de las trabajadoras, que se muestran más ‘planas’ (con menos aumentos y promociones) que la de sus pares y con interrupciones en las aportaciones a causa de la maternidad. “No tener una carrera continua también afecta a largo plazo no tener ahorros más altos”, agrega Martínez.

Otro dato: las mujeres tienen montos de crédito, en promedio, más bajos que los hombres: 250 mil versus 260 mil.

“La decisión de pedir un crédito, los hombres la toman antes de los 29 años y las mujeres entre los 30 y los 40 años. La maternidad también aplaza la compra de una casa”, dice el funcionario. Como los préstamos del Infonavit duran 30 años, las mujeres tienen casi nulas posibilidades de pedir un segundo préstamo a lo largo de su carrera.

“Tenemos que entender al Infonavit como una institución de seguridad social que ayuda a cumplir un derecho humano como es el acceso a la vivienda, como lo es también a la salud y a una pensión”, explica.

El Infonavit comenzará a trabajar a partir de este mes con un equipo de mujeres para conocer a fondo cómo son las historias personales de las derechohabientes, en qué tipo de industria trabajan, cómo ahorran y cuáles son sus hábitos de consumo para crear líneas de financiamiento acordes con su realidad. “Tenemos que flexibilizar las reglas en base a las carreras laborales de las mujeres para ayudarlas desde nuestro lado para que sean dueñas de su patrimonio, con créditos especiales para ellas, como una manera también de no replicar la desigualdad para las generaciones futuras”, promete Martínez.

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Bárbara Anderson
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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