Desde 1950 en todo el mundo se han generado 8 mil millones de toneladas de plástico. Mucho de esto lo tenemos en las casas en muebles, enseres, utensilios, envases… pero más de la mitad se ha ido directo al basurero, a los rellenos sanitarios y al mar. Según el reporte Plastic Pollution, entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas métricas de plástico acaban cada año en los océanos. Entre los países que lideran la producción de basura plástica están China, Estados Unidos, Alemania, Brasil y Japón.
Otros, como India (15) y México (18), van a media tabla y, considerando el tamaño de su población y de sus economías, tienen espacio y ganan recursos para crecer en cuanto a generación de desperdicios plásticos.
Pero, más allá de los datos, hay un hecho muy concreto: la importación y exportación de desperdicios plásticos es un gran negocio.
Investigadores de la Universidad de Georgia presentaron un estudio que refieren a que en los últimos 20 años China se convirtió en el primer receptor de este material con 106 millones de toneladas métricas (MTM), a un valor de 57 mil millones de dólares (mdd). En ese periodo, Hong Kong, Estados Unidos, Japón, Alemania y México fueron los principales exportadores de este tipo de desperdicios reciclables. De hecho, durante 2018 exportamos 10.5 MTM, que equivalen a poco más de 7 mil mdd.
China quería todo este material para reciclar o reutilizar. Sin embargo, desde fines de 2017 ellos impusieron un embargo gradual para dejar de importar basura plástica: se calcula que casi 50 por ciento de estos desperdicios generados hasta el año pasado, unas 111 MTM, terminó en este país.
Con este embargo, que llegará a cero toneladas métricas en 2030, los exportadores de desperdicios plásticos tendrán que ver qué hacer con su basura. Otro gran importador de desperdicios plásticos es India (noveno), con 3.10 MTM, pero a partir de este año también dejará la importación.
Como en muchos otros aspectos, la basura es cuestión de políticas públicas. En México, en muchas entidades se ha prohibido, por ejemplo, el reparto de bolsas de plástico y se ve en cada ida al súper cómo la gente ha aceptado con gusto esa medida.
Lo que no se ha dicho es si nuestro país se volverá un importador de desperdicios plásticos, dado que nuestros dos principales socios comerciales son el segundo exportador de este material (Estados Unidos) y el noveno (Canadá).
Por ahora, muchos desperdicios se están enviando a Malasia y Vietnam, pero sus capacidades de procesamiento ya están rebasadas, por lo que nuestros vecinos ya voltean para el sur.
Sin una medida clara al respecto, terminaremos absorbiendo los desperdicios que antes se destinaban en gran medida a China e India, incluso sin saber qué hacer con nuestra propia basura plástica.
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@ba_anderson