Gabriel Holschneider arranca la entrevista con una frase poderosa: "Siempre encuentro modelos tipo Uber en todos lados. Son un obsesivo de las eficiencias".
Él dirige una consultora, Rainmaker Group International, que se dedica a un negocio disruptivo en uno de los sectores más monolíticos del sistema financiero: las compañías de seguros. Se dedica al nicho de las "captive insurance industry" o "empresas cautivas".
Un poco de antecedentes para entender ese formato. Hoy en México contratar un seguro involucra poner en marcha una larga cadena de intermediarios. Una empresa quiere asegurarse y debe primero acudir con un broker (quien cobra una comisión), quien luego acude a una aseguradora (GNP, Axa, Zurich) a buscar el paquete más atractivo, donde también se suma una comisión. Las aseguradoras a su vez trasladan sus paquetes de asegurados a reaseguradoras (Swiss Re, Munich Re), y aquí se suma otra comisión. "Las empresas cautivas permiten evitar toda la cadena de intermediación y el cliente opera directamente con la reaseguradora, que es la empresa que al fin y al cabo es quien paga en caso de ser necesario", me explicaba Holschneider.
¿Cómo funcionan las cautivas? Una empresa crea una firma subsidiaria para asegurarse a sí misma ("nadie más que la propia compañía sabe los riesgos que tiene y cuestan para su negocios"), una especie de reaseguradora privada.
Es una especie de fideicomiso donde la empresa coloca dinero para una eventualidad y lo registra en la jurisdicción que le convenga (por cuestiones regulatorias aún no las acepta la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas). Entre los destinos más comunes están Bermudas, Singapur y algunos estados de EU, como Delaware o Nevada. "La empresa avisa al SAT que cuenta con una compañía en otro país con el fin de ser un seguro y luego esa firma opera de la mano de una de las grandes firmas de reaseguros a escala mundial", agrega. Con esto se elimina las comisiones intermedias, que suelen bajar el costo de los seguros de 25 a 50 por ciento.
Entre las mexicanas que cuentan con su cautiva están Elektra-Azteca, ICA, Cemex, América Móvil y Walmart.
"Uno de los casos más exitosos es Pemex, que desde hace 15 años tiene su propia reaseguradora en Suiza, KOT Insurance", explica Holschneider, y agrega: "No son vehículos de evasión, son vehículos financieros regulados, que el SAT tiene registro de ellos".
Hasta ahora Rainmaker ha subido a 30 empresas mexicanas (públicas y privadas) al nuevo mundo de las cautivas.
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