Recientemente, en un discreto tweet Carlos Scolari alentó un debate que se antoja infinito: “¿Cuánto tardarán las universidades en suscribirse al ChatGPT4 (o sistemas similares) e incorporarlo a las apps que ofrecen a profes y estudiantes en sus intranets?¿se animarán a hacerlo?”.
Sin duda, Inteligencia Artificial(IA) es un tema en el que deben pensar las instituciones educativas en todos los niveles. Me gustaría decir que el escenario actual, quizá no se trate de lentitud -más allá de la acostumbrada burocracia en todo proceso institucional-, sino de la acelerada velocidad con la que avanza la tecnología.
Aunque el interés aún es poco, debido a lo desconocido del asunto y sus potencialidades, existen casas de estudio que están dando pasos para “clavar la espina” y generar interés en los docentes. Por ejemplo, el caso Universidad Madero, en la que tengo oportunidad de impartir clases, por medio de cursos prácticos se alienta a usar las nuevas herramientas. También en otras como el ITESM, se mantienen permanentes debates sobre fortalezas y debilidades de estas nuevas herramientas.
Comparto la perspectiva con los especialistas que sostienen que se trata de un fenómeno del cual no podemos sustraernos, sino que debemos aprovechar las potencialidades de incorporarlas al proceso de enseñanza y mitigar los riesgos del uso inadecuado o excesivo.
Es fundamental que los profesores conozcan las características de las herramientas para identificar cuándo un trabajo escolar fue producto de ella y nunca dejar de lado la verbalización del conocimiento por parte del alumno para evaluar si lo ha aprehendido.
Con todo, existen recursos que ayudarán a los profesores a hacer más dinámica la presentación de temas, comenzando con el multicitado ChatGPT, interfaz de procesamiento lingüístico que, con solo darle una instrucción precisa, arroja contenido con alto nivel de coherencia y redacción impecable.
Quizgecko permite elaborar cuestionarios, al dotarlo del tema deseado; la IA identifica los puntos más importantes, elabora preguntas y respuestas en opción múltiple para que los alumnos las contesten.
Para realizar presentaciones, Tome es una buena opción. Al introducir el texto la aplicación selecciona lo más relevante, lo organiza en diapositivas, agrega título y foto. Si no se está suficientemente conforme con el contenido o la extensión del mismo se le puede solicitar a la interfaz hacer una segunda propuesta o reducir el tamaño del texto.
Por último, la aplicación denominada clip champ resulta de utilidad para realizar presentaciones en formato video. Igual que las anteriores, se ingresa el texto, la IA lo convierte en voz y permite utilizar plantillas para darle dinamismo a las imágenes.
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