Desde su invención en la Europa de los albores del siglo XVIII, el museo se ha considerado como una de las principales tecnologías epistemológicas de la Ilustración, "es una de los géneros más brillantes y poderosos de la ficción moderna". Resisten los embates y avances de la tecnología cibernética que los pone en todas las pantallas y no sin muchas dificultades siguen con su papel de marcar distinciones paradójicas entre original y copia, realidad y ficción, presentación y representación marcando el mundo como museológico y no museológico mientras que al mismo tiempo incluye a estas dualidades en juego.
Uno de los parámetros para considerar la potencial referencia a una ciudad con interés en la difusión cultural, lo constituyen el número y calidad de sus museos y el impacto que estos tengan en su comunidad inmediata o en las actividades económicas. En este sentido me refiero a los museos de Zacatecas como un fuerte atractivo turístico, queda para otro ámbito escribir sobre el impacto que ha tenido en la producción artística actual de zacatecas.
En la docena de bien instalados museos en zacatecas y sus alrededores podemos encontrar, Historia del arte, Arte Abstracto, Novohispano, Wiraricka, Popular, medicina, medicina y Arqueología; dos que siempre deben visitarse, dado su carácter nacional son el de Guadalupe y el Manuel Felguerez.
El de Guadalupe está Instalado en el antiguo convento que albergó el colegio de Propaganda Fide, de donde partieron misiones al norte de México. Su mayor tesoro es la pintura producida durante el virreinato, además de los maestros de la Antigua escuela mexicana, como Miguel Cabrera y Cristóbal de Villalpando, un tesoro singular son las series pictóricas de Ignacio Berbem y Gabriel de Ovalle, del primero una interesante sobre la vida de san Francisco, pletórica de datos sociales y culturales de su época , dado que tiene nombre y datos biográficos de sus patrocinadores, Berbem también es autor de las pinturas de la sacristía en la Basilica de San Juan de los Lagos, por lo que estamos ante un pintor novogallego.
El caso de Gabriel Ovalle, es el del pintor mediano éxito que emigra de la ciudad de México para buscar trabajo en la provincia. En Guadalupe podemos admirar su obra más elogiada, quince lienzos con el tema de la Pasión de Cristo, firmados en 1749, en los que soslayó muchas de las convenciones estilísticas de su tiempo; con un trazo duro, colores fuertes y marcados contrastes, pintó escenas en las que no hay dulcificaciones ni solemnidades en sus personajes, hay cotidianidad y expresiones dramáticas, así como una rica policromía en los trajes de sus figuras que muestran como fuente a registros etnográficos de su época de personajes del oriente asiático. En su trabajo es evidente su capacidad en el manejo de recursos visuales que destacan por su carácter renovador y fuerte carga expresiva.
El museo de Arte abstracto Manuel Felguerez, instalado en un magnifico y extenso edificio que el siglo XIX albergó el seminario, es sin duda museo nacional del tema; su pieza central es un avasallante ejemplo de pintura abstracta que seguramente marcó nuevos caminos para el Arte contemporáneo en México, se trata del pabellón de Osaka, once murales que se realizaron para el pabellón mexicano en la feria mundial celebrada en 1970 en la ciudad japonesa, con el tema "El progreso y la armonía para la humanidad"; maquetas de las esculturas de la ruta de la amistad, la antología permanente de Felguerez y una colección de pintores de la llamada "generación ruptura" son motivo suficiente para su visita.