El 18 de marzo pasado, en conmemoración del 86 aniversario de la expropiación petrolera, Claudia Sheinbaum presentó su eje sobre política energética bajo el título “República Soberana y con Energía Sustentable”. En primer lugar, hizo un balance del pasado, señalando el deterioro del sector energético durante el periodo de los gobiernos neoliberales.
En respuesta, la Cuarta Transformación ha centrado su política en recuperar la soberanía energética, mediante la reorientación de la industria petrolera, la modernización de refinerías y el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin embargo, este esfuerzo debe continuar, representando la continuidad de la transformación, el segundo piso.
Para ello se requiere la modernización de la infraestructura y la promoción de energías alternativas para lograr los objetivos de la política energética 2024-2030, que busca descarbonizar la matriz energética, reducir la intensidad energética y promover la sustentabilidad.
Esta política se basará en principios de soberanía, seguridad y sustentabilidad, con el objetivo de disminuir la contaminación y eliminar la pobreza energética. En la presentación del eje energético, la doctora Claudia Sheinbaum enunció seis objetivos fundamentales para la política energética.
Primero, priorizar la soberanía energética manteniendo saludables las empresas estatales. Segundo, buscar la robustez ante cambios externos, adaptándose y resistiendo ante situaciones cambiantes. Tercero, enfocarse en la eficiencia energética desvinculando el crecimiento económico del consumo energético.
Además, se busca garantizar la accesibilidad asegurando que toda la población tenga acceso a energía asequible y priorizando la sostenibilidad ambiental, buscando reducir emisiones contaminantes y promover fuentes renovables. También se propone prestar atención especial a las zonas rurales, fomentando el uso de energías limpias en estas comunidades.
Para alcanzar estos objetivos, se proponen diversas estrategias, como establecer la estabilidad de precios en productos energéticos, fortalecer las empresas públicas como PEMEX y CFE, evitando su privatización. Mantener la producción de petróleo en 1.8 millones de barriles diarios mientras se impulsa el crecimiento de las fuentes renovables de energía.
Se propone también un plan de largo plazo para PEMEX, enfocándose en ecogeneración y en las nuevas energías. Por otro lado, se va a garantizar el suministro de energía, asegurando que la CFE se encargue de la transmisión y distribución de energía, con reglas claras para bridar certeza a las empresas. Se propone también el uso eficiente de energía, implementando programas de eficiencia en todos los sectores.
Además de promover el transporte eléctrico, impulsando la electromovilidad en todo el país. Las energías renovables serán uno de los sellos del gobierno a fin de fortalecer la soberanía energética. Se promoverá el desarrollo de la industria petroquímica nacional y se atenderá a las comunidades aisladas, priorizando el acceso a la electricidad en comunidades marginadas.
Con estas medidas, Claudia Sheinbaum busca transformar el panorama energético de México, priorizando la soberanía, la sostenibilidad y la equidad para todos los mexicanos.
Arturo Ávila [email protected] / @arturoavila_mx Empresario, especialista en generación de valor económica, inteligencia artificial y seguridad nacional. UT Austin, MEDEX IPADE Y HARVARD JFK