El relato único crea estereotipos, y el problema con los estereotipos no es que sean falsos, sino que son incompletos. Convierten un relato en el único relato”. Estas palabras resumen la potente reflexión que hace Chimamanda Ngozi sobre la importancia de mirar y conocer a las personas en profundidad para ver la riqueza que hay en cada ser humano.
Si nos tomamos el tiempo necesario para pensar y analizar el emotivo y poderoso mensaje que transmite Chimamanda Ngozi, escritora, novelista y dramaturga feminista nigeriana, que en su obra “El peligro de la historia única” comprenderemos la gran tarea que tenemos como ciudadanos de conocer a cada candidato a ocupar cualquier puesto público en particular, escapando de las etiquetas puestas el año anterior y dándonos el tiempo de buscar diversas estrategias para descubrir las diferentes historias que conforman a nuestros protagonistas.
Es importante entender el contexto de cada candidato, conocer sus intereses, preocuparnos de sus áreas de crecimiento, enorgullecernos de sus fortalezas y disfrutar de lo que los hace único. De lo contrario, la autora de “El peligro de la historia única” nos advierte del efecto negativo que tiene el mirar a las personas bajo una sólo perspectiva: “la consecuencia del relato único es la siguiente: priva a las personas de su dignidad.
Esto ha empezado a suceder con el fenómeno político de Xóchitl Gálvez que ha resultado veneno puro para la 4T y López Obrador y que ha demostrado tener el potencial de convertirse en un fenómeno electoral capaz de disputarle el poder al presidente y que ha destronado la “historia única” que tanto éxito le ha traído al presidente López Obrador.
No hay nada más poderoso que una buena historia, nada puede detenerla, ningún enemigo puede derrotarla y es Xóchitl Gálvez la niña indígena que vendió gelatinas y que llegó a ser ingeniera y empresaria quien goza de una historia real, inspiradora, de mujer, de esfuerzo y coraje que demuestra que lo que necesitamos los mexicanos son oportunidades para salir adelante.
Es Xóchitl, quién ha vivido en carne propia la pobreza, quien a través de la cultura del esfuerzo y la superación personal y el éxito empresarial nos demuestra con hechos que se puede alcanzar un mejor futuro para todos los mexicanos, y sólo necesitamos que se nos dé la oportunidad. Por eso la candidatura de Xóchitl Gálvez es letal para el obradorismo porque es una historia diferente, auténtica e inspiradora capaz de mover corazones
El Presidente sabe que no hay nada más poderoso que la historia de una niña indígena que desafió al poder y llegó a ser presidenta de México, es una historia muy parecida a la de Juárez. Es una historia que contrasta con la narrativa que ha tratado de difundir la 4T, de que el pueblo debe conformarse con lo básico y no aspirar a más, pues con un par de zapatos es suficiente; en cambio la de Xochitl Gálvez es una historia que rompe con la idea del conformismo y demuestra que la pobreza no debe ser obstáculo para aspirar a un mejor nivel de vida. Y que en la lógica de Xóchitl Gálvez no solo hay que exigirle al estado lo que está en la Constitución, sino también la creación de oportunidades para progresar y aspirar a más.
La historia de Ngozi nos avisa del peligro de caer en prejuicios y estereotipos sobre una cultura, un país o ciertos individuos. Y esto sucede por el hecho de que solo conocemos una parte de la historia y no tenemos otras perspectivas que nos permitan expandir nuestra visión. La historia de Xóchitl nos abre la puerta para entender que la pobreza puede ser superada, aquí también se puede dar nuestra versión del sueño Americano.
