Las redes sociales se han teñido de rosa. Como sacado de la película que se estrena hoy, millones de personas alrededor del mundo se disfrazan de Barbie o Ken y suben sus rosadas fotos a las redes sociales, enmarcadas con el nombre de la famosa muñeca. Todos quieren estar en este peculiar desfile digital. ¿Qué impulsa esta conducta irracionalmente colectiva? El fenómeno es conocido como "comportamiento de manada", una tendencia psicológica en la que las personas adoptan conductas simplemente porque otros lo están haciendo.
Este es el fundamento de los populares retos o "challenges", que surgen en las redes sociales. Desde el Reto de la Cubeta con Hielos hasta el relativamente más reciente de subir tu foto creada por inteligencia artificial, la gente parece tener una insaciable necesidad de sumarse a estos fenómenos virales. ¿Por qué? Existen diversas teorías psicológicas y sociológicas que explican este comportamiento. Robert Cialdini, por ejemplo, acuñó el término "influencia social", que se refiere a cómo las acciones y creencias de los demás nos afectan y, a menudo, moldean nuestras propias acciones sin que medie la razón: es un impulso.
Los participantes de estos retos justifican su participación por diversión o por declararse parte de una comunidad. En realidad, lo que subyace es un profundo deseo subconsciente de pertenecer, de ser aceptados, validados y valorados. La popularidad y la aprobación social, a menudo reflejadas en "likes", generan una especie de "bomba de dopamina" en su cerebro, una sensación placentera que reafirma su autoestima.
Pero hay carencias afectivas mortales: todos los días muere alguien intentando cumplir algún reto viral estúpido. Hay otros retos inútiles y que sólo llevan al ridículo público. Aquí es donde radica la problemática del comportamiento de manada: mientras estamos sumidos en la necesidad de pertenencia y aprobación, estamos en realidad jugando o a lastimarnos o a enriquecer a los creadores de estas modas que, a menudo, son las mismas plataformas tecnológicas y las empresas.
Quizá tu color favorito efectivamente sea el rosa; está bien, vístete de Barbie o de Ken. Pero no olvides que en la vida el verdadero éxito se alcanza a través de la autenticidad: ahí radica tu poder individual y único. El comportamiento de manada, promovido para crear consumidores y tráfico a redes que venden tu información, intrínsecamente nos aleja de cualquier genuinidad, sumergiéndonos en un ciclo perpetuo de búsqueda externa de validación y aceptación. Mientras sigas siendo y haciendo lo que otros dictan, sólo seguirás dejando de ser tú mismo. Entre millones que hacen lo mismo, al único que le importa tu ropa rosa es a ti y a quien te analiza para vender. Es la crítica viral de tu Sala de Consejo semanal.
