El pasado 16 de octubre el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís nos tomó protesta a tres nuevos integrantes del Grupo de Trabajo para el seguimiento a la situación de las personas defensoras de los derechos humanos y periodistas en Coahuila.
Según su reglamento interior el Grupo de Trabajo es un órgano ciudadano, multidisciplinario y especializado en la materia, para el análisis, evaluación y supervisión de las acciones que conlleven a garantizar el ejercicio pleno de la libertad de expresión, la labor periodística y el derecho a defender los derechos humanos.
La Corte Interamericana de DDHH ha descrito el alcance de la garantía del pleno y libre ejercicio de los derechos humanos:
“El deber de los Estados de organizar todo el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el pleno y libre ejercicio de los derechos humanos.
No puede haber sociedad democrática si no existe una libertad de opinión, al caso, todo ciudadano necesita estar informado para ejercer sus libertades.
De ahí, la trascendencia que en una sociedad democrática existan los canales de participación en la vida pública.
En la actualidad el respeto, la defensa y promoción de los derechos humanos es un indicador de la gobernabilidad democrática y de la gestión gubernamental.
Falta mucho camino por recorrer para hablar de una vigencia de los derechos humanos.
Especialmente en el ejercicio de la libertad de expresión, tal como lo señaló una encuesta realizada por Consulta Mitofsky, en el año de 2010, al preguntar ¿Quién representa el mayor obstáculo para que los ciudadanos puedan expresar lo que quieran?
El mayor porcentaje se lo llevó la delincuencia organizada con 30.8% y el gobierno con un 28%.
Por ende, celebro que el Grupo de Trabajo pueda aportar, desde su esencia ciudadana, iniciativas de política pública, recomendar acciones para fortalecer el trabajo periodístico y de los defensores, entre otras.
