Cultura

La ridícula idea de no volver a verte

  • De raíces y horizontes
  • La ridícula idea de no volver a verte
  • Arcelia Ayup Silveti

He leído algunos libros interesantes de la narradora española Rosa Montero. 

Disfruto mucho su escritura y recién terminé su obra La ridícula idea de no volver a verte. 

Confieso que cuando vi el título pensé que se trataba de una historia de amor roto, o algo similar, pero la contraportada me sacó de mi error. 

Es la cosmovisión de una mujer admirada por la autora: Marie Curie, enlazada a similitudes de la propia vida de la multipremiada Rosa Montero.

Esta obra retrata la vida de Marya Sklodowska, nombre de pila de la científica más destacada de su época. 

Narra las innumerables desavenencias que enfrentó para lograr sus objetivos en tiempos que no había cabida laboral para mujeres, en especial en la ciencia. 

Hay sin duda una investigación seria sobre la vida de madame Curie y su esposo Pierre Curie.

He escuchado a la también periodista en algunas entrevistas comentar que para que alguien se convierta en escritor tiene que sentir una gran pasión por este oficio. 

Redescubrí su afirmación en este libro en varios apartados, en los cuales demuestra la enorme atracción que tiene hacia la escritura y en particular al tema de esta mujer de hierro que vivió en el siglo XVII.

Montero interpreta la vida y palabras de Marie Curie y agradece que por mujeres como ella, las mujeres de hoy, como cualquiera de nosotros, tenemos un camino mucho más fácil en cualquier espacio que queremos incursionar. 

Menciona que a pesar de que su esposo fue un hombre comprensivo y amoroso, Pierre le daba la carga total de llevar la casa y la crianza de sus hijas sólo a ella, a pesar de que las aportaciones a sus proyectos profesionales fueran en su mayoría de Marie.

El toque de esta visión humana, en especial cuando se refiere a la delgadez extrema de Marie, a su carga excesiva de trabajo, a la pérdida de su bebé y de su esposo, que le provocaron depresiones en diferentes momentos de su vida. 

Es ahí donde Montero cruza dolores que tuvieron la investigadora de la radioactividad con sus heridas: ambas perdieron a sus amados esposos. Ahí no importan los tiempos ni las muertes en sí, más bien, como se hacen mujeres resilientes. 

Una con aportaciones a la ciencia que le llevaron a recibir el Premio Nobel de Química en 1911 y a la otra por narrar historias maravillosas para el mundo. 

Cabe mencionar que los esposos Curie fueron galardonados en 1903, junto a Henri Becquerel, con el Premio Nobel de Física. 

Bello homenaje para esta extraordinaria mujer.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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