Cultura

Año nuevo en un mundo creativo

El milagro de la vacuna ha llegado, primero los abuelos, esos que antes dejaban morir de la pandemia en las residencias de la tercera edad. La mala conciencia de los gobernantes los salva ahora. Luego sanitarios, que se han dejado miles de sus vidas en los hospitales, y luego están los recuerdos de nuestros familiares que se fueron para siempre y que nunca pudimos ver. Nos decían que habían muerto y a cambio nos daban un bote de cenizas. Hasta aquí la realidad. En casa, encerrados, releemos la Odisea, la Divina Comedia, la poesía de Shakespeare, repasamos el Quijote que siempre es diferente, y nos hacemos fuertes en nuestras atalayas defensivas, donde nos duelen los huesos de estar todo el día sentados. Animo a mis alumnos para que no tiren la toalla, les enseño a amar las TICs y trato de convencerlos de que es mejor seguir estudiando a distancia que no hacer nada. Porque ahora tenemos más tiempo que nunca para la familia, para los libros y para las clases. Busquémosle la otra cara a la moneda, el lado filosófico. Yo les digo a los alumnos: ahora vuestros padres no invierten tanto en vosotros y sin embargo avanzáis en vuestras carreras. Hay que buscarle el lado bueno a estos tiempos, donde hemos aprendido a que podemos hacer todo a distancia. La presencia es positiva para las relaciones sociales, para hacer amigos, para que el profesor aclare las dudas, pero eso se hace por Meet o por Zoom. Da pena ver una universidad vacía, esa misma que antes rebosaba de estudiantes en los pasillos y en los campos de césped. Pero ¿por esas minucias vamos a tirar la toalla? No nos va a vencer un simple y diminuto virus. Espero que las vacunas lo destrocen, aunque ya vendrán otros nuevos. El ser humano ha inventado una nueva forma de destruirse y, además, de armas convencionales, se ganan millones de dólares con las vacunas. ¿Por qué hay escasez de medicamentos en las farmacias? Les pregunto y me dicen: están ocupados haciendo vacunas. Y ahí se ve el negocio, por eso van a seguir apareciendo virus y de paso van a obligar a que la población no haga huelgas y no les dé problemas, pues se quedarán en sus casas reguardados de la pandemia. Ya inventaron del todo el fútbol televisivo, aunque es triste no ver espectadores. Algunos estadios los llenan de figuras vacías para que los jugadores se animen y se esfuercen. Todo ha cambiado. Afortunadamente nos quedan los libros e internet, que a veces posee obras increíbles. Cada día suben más los ebook, porque cada día hay menos librerías y ni siquiera se puede entrar a las bibliotecas. Si no hay electricidad o no funciona la señal del modem, nuestro nuevo mundo se nos viene abajo. Nos deseamos lo mejor para el año nuevo, pero ya entró y sólo lo ha cambiado un puñado de vacunas. ¿Cuándo tendremos en nuestro país, si son dobles, los 260 millones que nos hacen falta. Aunque siempre habrá aprovechados como ese médico que no trabaja con Covid y se coló él y su familia para ser vacunados. Afortunadamente el ser humano nunca ha perdido la esperanza y su afán de supervivencia es superior a todos los virus y las armas que inventen. El ser humano será siempre creativo por naturaleza y saldrá de todos las simas profundas en las que caiga.

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Antonio Rodríguez Jiménez
  • Antonio Rodríguez Jiménez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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