Han pasado cuarenta años desde la publicación de mi primer texto dedicado al compositor mexicano Julio Estrada (1943). Cuatro décadas que dan testimonio de un trabajo por demás calificado, no sólo en su vocación de compositor sino en terrenos de la investigación del espectro sonoro y la documentación teórica (musicología) al través de una bibliografía escrita por él mismo como catedrático de la UNAM.
Hoy retomo al personaje en un momento transitorio para la música donde los nuevos signos del lenguaje se están mostrando bajo una mutación y reacomodo que nos permita definir con más claridad el sincretismo que la explica, sabiendo que toda expresión de alguna manera induce a los cambios que se desean dentro de la creación artística (al fin y al cabo siempre se está en la búsqueda de inéditas aleaciones armónicas y principios estéticos para la música de nuestro tiempo). Y es en esta transición donde las aportaciones de este autor siguen vigentes si tomamos como referencia su pensamiento e ideología en torno al arte, donde postmodernidad es un concepto, una actitud de pensamiento (filosófico, si elevamos el término) ante la realidad. Semejante paradigma se traduce en música cuando el compositor diseña y plantea su proceso creativo sin un método absoluto. Aludir al nombre de Julio Estrada es reafirmar en su obra la suma y yuxtaposición de frecuencias acústicas con miras a especular otras realidades.
Cuatro décadas a la distancia, en un lugar de París, interior del Centro de Estudios de Matemáticas y Automáticas Musicales, se estaban realizando composiciones algorítmicas al través de las computadoras, en este caso con el sistema UPIC. Es aquí donde el compositor mexicano emprende el estudio y realización de obras bajo el concepto de la nueva música francesa; se cerraba así un ciclo en las últimas décadas del Siglo XX.
En el tiempo presente, años 2013 al 2015, Julio Estrada es convocado al mítico IRCAM, embrión de la música espectral, para fungir como profesor residente en la impartición de cursos a la reciente generación de compositores, quienes son los protagonistas directos de la actual expresión creativa. Además, las autoridades culturales de Francia le han encomendado continuar con el proyecto del Centro de Estudios de Matemáticas y Automáticas Musicales bajo el programa denominado Upic Siglo 21.
El eslabón para entender un capítulo en la transición modernidad/ postmodernidad en la música aparece reflejado en la personalidad iconoclasta del compositor mexicano Julio Estrada.