Cultura

Los que se quedan (**The Holdovers)

  • La pantalla del siglo
  • Los que se quedan (**The Holdovers)
  • Annemarie Meier

Aunque no cuenta con una filmografía amplia, el guionista y director Alexander Payne, nacido en 1961 en Omaha, Nebraska, es un realizador importante en el cine estadounidense y universal. Sus películas * Election (1999), A propósito de * Schmidt (2002), **Entre copas (2004), **Los descendientes (2011), **Nebraska (2013) y **Una vida a lo grande (2017) se han fijado en nuestra memoria por su profundo y atinado retrato de personajes, paisajes, épocas y valores de Estados Unidos. Con empatía y un humor inteligente, Payne observa el entorno, contexto histórico y las características individuales y culturales de sus personajes, sus historias y conflictos. Recuerdo, entre otros, los dos amigos de Entre copas que recorren California en un viaje dedicado a la cata de vinos o el anciano de Nebraska que “toma la carretera” para ir en busca del premio de un sorteo.

**The Holdovers (Los que se quedan) se fija en los detalles y matices de personajes que se encuentran en una situación extraordinaria en la que se ven obligados a convivir. No lo hace a través de un movimiento externo como el que caracteriza la estructura de varios filmes de Payne, sino en el aislamiento de un invierno y el frío - externo e interno – que los mantiene encerrados y obligados a convivir. Sin embargo, el frío no sólo se debe al invierno y la nieve que opaca ruidos y movimientos como los que vemos en los primeros minutos con imágenes “de calendario”. En medio del paisaje con nieve está la Academia Barton, un internado de tradición que prepara a los jóvenes blancos en traje y corbata para cursar estudios en las universidades de prestigio del país y, de paso, no ser reclutados para la guerra de Vietnam. Estamos en el año 1970 y Estados Unidos, con Richard Nixon en la presidencia, el recuerdo de los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy y la crudeza con la que sigue la guerra de Vietnam, pasa por una época de desencanto. La Academia Barton se prepara para las vacaciones de navidad, el coro ensaya villancicos, en la cocina se prepara la comida de despedida, los jóvenes hacen sus maletas ya que serán recogidos por sus familias. Sin los docentes, el personal administrativo y de intendencia, la casona tipo fortaleza queda casi vacía. Sólo queda un joven que no es recogido por su familia, un profesor “castigado” por pasarse de estricto y la cocinera que, según dice, no quiere pasar la navidad sola.

Conocemos a los personajes “condenados” a quedarse en la academia durante las primeras secuencias del film: **El profesor de historia antigua Paul Hunham (Paul Giamatti), el alumno Angus Tully (Dominic Sessa) y la cocinera Mary Lamb (Da’Vine Joy) cuyos caracteres, clase social y frustraciones no sólo entran en conflicto sino dan lugar a debates, enfrentamientos y luchas de poder. Sobre todo porque el profesor es un apasionado defensor de la vieja escuela y disciplina que reta a sus alumnos y entorno con sadismo y arranques de superioridad. De padre poderoso, el alumno Angus lo confronta mientras que la cocinera, cuyo hijo acaba de morir en Vietnam, busca la comunicación y compañía para vencer su duelo y soledad.

Interesante cómo Payne deconstruye paso a paso la imagen de la típica academia de tradición y lujo de Estados Unidos al revelar los conflictos individuales y de clase que desarrollan la relación entre los personajes. El sadismo con el que el profesor Paul trata a sus alumnos y el orgullo con el que rechaza pasar de año al junior de un influyente, esconden la fragilidad de su posición y fama de maestro estricto. También Angus y Mary tienen que vencer sus dolores y frustraciones reprimidos para poder conectar con los demás y desarrollar empatía para el otro. La trama y los dramas de los personajes construyen una escalada de emociones que nos atrapan por su tono y humor.

Sin embargo, a pesar de centrarse en la observación de los personajes y su relación, Payne y su filme no esconden su preocupación por la situación actual de EUA. La superioridad natural con la que los chicos ricos y la dirección de la academia se acomodan en un mundo de privilegios de los blancos en 1970, nos recuerda que el país vive hoy un peligroso crecimiento y la naturalización del pensamiento de supremacía y el * Make America great again. No es la primera vez que un filme nos recuerda que los republicanos en los altos puestos de EUA de hoy, fueron los chicos que en los años setenta eran alumnos de colegios y universidades de prestigio. En este sentido Los que se quedan construye el retrato de un grupo de excluidos del **establishment.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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