Las películas de Pedro Almodóvar son tan originales, tan fieles a su estilo, a su construcción y desarrollo de personajes, a su manera personal de ficcionar experiencias personales para convertirlas en relatos cargados de sabor, color y humor, que sorprende que en algunos filmes el realizador se haya inspirado en textos ajenos. De sus obras del siglo pasado el guión de Carne trémula (1997) coescrito con Ray Loriga y Jorge Guerricaechevarría, está inspirado en una novela de la británica Ruth Rendall, en La piel que habito (2011) el realizador adaptó un texto del francés Thierry Jonquet y en Julieta (2016) se inspiró en cuentos de Alice Munroe. De sus filmes más recientes, el mediometraje La voz humana (The Human Voice) está basado en una obra de teatro del francés Jean Cocteau y el largometraje La habitación de al lado (The Room Next Door) en la novela Cuál es tu tormento (What Are You Going Trough) de la neoyorquina Sigrid Nunez.
La habitación de al lado sigue la relación de dos amigas de juventud que se reencuentran después de muchos años de no haberse frecuentado. La química que las unía en su juventud las lleva a una nueva amistad en la que comparten recuerdos, experiencias de vida y amores que han dejado atrás. Como exitosa autora de libros de autoficción Ingrid (Julianne Moore), quien acaba de publicar un libro sobre la muerte, encuentra en Martha (Tilda Swinton), una ex reportera de guerra que padece cáncer, un personaje que se acerca a la muerte y necesita cercanía y apoyo. Un dilema para Ingrid es la decisión de Martha de no esperar la etapa final y dolorosa de su vida sino despedirse del mundo con dignidad y cuándo y cómo ella decida.
A la usanza de un filme de cámara que se centra en el drama de pocos personajes en un espacio único, La habitación de al lado observa la convivencia diaria de las amigas, sus rutinas y pláticas acerca de sus trabajos, amores, placeres, frustraciones y miedos. Los altibajos de salud y emociones de la enferma Martha ocupan la constante atención de Ingrid, quien sólo se permite algunas salidas necesarias. Al observar el infierno de emociones y miedos por los que pasa Martha, recordé las observaciones y quejas de Almodóvar en Dolor y gloria de 2019. El sufrimiento de Martha, observado por Ingrid y nosotros como espectadores, parecería darle continuidad al tema del filme anterior. En Dolor y gloria el realizador nos comparte su proceso de envejecimiento mientras que en La habitación de el lado muestra y reflexiona acerca de la última etapa de vida que experimenta una persona consciente de su próximo fin.
La estética extremadamente lujosa, el trabajo actoral que no busca empatía sino reflexión y argumentación acerca de cuándo y cómo morir, crean un ambiente que distancia al espectador. Hasta la visión cultural sobre los gestos y diálogos de los dos personajes y actrices, una británica y la otra estadunidense, convierten el filme en un cine-ensayo sobre la libertad de decidir sobre su propia muerte. El filme denuncia la
falta de legislación sobre la muerte asistida y, al igual que François Ozon en Todo ha ido bien (Tout s’est bien passé) en Francia, Almodóvar critíca la criminalización de todo acompañamiento a una persona que decide cuándo, cómo y al lado de quién despedirse de la vida.