Cultura

"El juicio de los 7 de Chicago"

  • La pantalla del siglo
  • "El juicio de los 7 de Chicago"
  • Annemarie Meier

Entre las películas nominadas a mejor guión en la entrega de los Globos de Oro 2021, destacaron dos historias “basadas en hechos reales”: Mank con guión de Jack Fincher y dirección de su hijo David Fincher y El juicio de los 7 de Chicago (The Trial of the Chicago 7) con guión y dirección de Aaron Sorkin. Mientras Mank se centra en el guionista Herman Mankiewicz y la escritura del guión de El Ciudadano Kane de Orson Welles, El juicio de los 7 de Chicago construye la crónica de un proceso en contra de activistas antibélicos, supuestos “enemigos y conspiradores” del gobierno de EUA. El proceso que duró de septiembre de 1969 a febrero de 1970 es narrado como drama de corte y a través de un guión que construye un montaje cargado de suspenso entre las sesiones de la corte - con un genial ping pong de argumentos y réplicas - y secuencias de los antecedentes y acciones de los acusados en relación a una manifestación antibélica que fue reprimida con violencia durante una convención del partido demócrata en Chicago.

La primera secuencia de la película nos ubica en EUA en 1968. En una pantalla de televisión el presidente Lyndon B. Johnson se dirige a la nación para anunciar que hace falta mandar más tropas a Vietnam y que dio la orden de aumentar la cuota mensual de soldados. Mediante loterías que utilizan la fecha de cumpleaños, miles de jóvenes entre los 18 a 24 años son reclutados cada mes. Uno de los protestantes contra la guerra es Martin Luther King, cuyo asesinato se escucha a través de un disparo que interrumpe un discurso. El montaje documental lleva a escenas que observan a los personajes haciendo preparativos para viajar a la convención del partido demócrata en Chicago y unirse a una gran manifestación que exige el fin de la guerra de Vietnam. Son estudiantes universitarios, líderes de Yippies, pacifistas y un fundador de los Black Panther, que será golpeado y eliminado del proceso.

Richard Nixon estaba recién instalado en la Casa Blanca cuando fueron designados los fiscales y el juez y empezó el proceso en contra de los ocho activistas. El filme sigue el desarrollo del proceso de manera lineal aunque interrumpido e ilustrado con escenas de flash back del día de los sucesos. Con ayuda del FBI y la CIA el gobierno no sólo construye el proceso como espectáculo y lección mediáticos sino cómo nuevo acto de represión frente a los supuestos enemigos que pretenden destruirlo. El suspenso y los picos dramáticos derivan del enfrentamiento entre el juez racista y autoritario contra el defensor y los acusados que, con su vulnerabilidad y argumentos, captan la empatía del espectador. Y así debe ser ya que observar en la pantalla cómo “la justicia” defiende la injusticia y reprime a los que defienden la libertad de pensamiento y expresión, despierta el repudio del público. Como excelente guionista y director Aaron Solkin nos tiene de su lado.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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