Tomás Ledesma Fuentes sobrevivió a su tiempo, que en su juventud fue tormentoso, evolucionó y se convirtió en un maestro integral para él mismo y para sus alumnos.
El pintor lagunero entendió muy temprano que el arte es social y humano o no es; fue a la Academia, su escuela, aun cuando estaba asediada por el ejército y guardias blancas en 1968, aprendió todo lo que pudo de los maestros clásicos, de las técnicas, del valor social de la pintura y luego regresó a su casa.
Por más de 40 años ha sido guía de varias generaciones de artistas, y se aprecia, en varias de las pinturas que forman parte de la exposición retrospectiva que curó Patricia G. Santiago, y que se puede ver en las galerías y otros espacios de las oficinas del IMCE hasta noviembre de este año.
El pintor de paisajes, retratos, carteles políticos y murales (tiene uno en la Casa de la Cultura de Viesca, Coahuila) está en el retiro académico, después de muchos años disfruta de un merecido descanso en su casa de la colonia Moderna, junto a su esposa Gozos, sus hijos y sus nietos, pero sigue pintando, recientemente terminó el retrato de su médico.
Ledesma, regresó cuando en La Laguna era un chiste cruel decir que se podía vivir de la pintura, sigue siendo un buen chiste, y además volcó su energía a enseñar.
Hoy está la licenciatura en artes visuales de la Universidad Autónoma de Coahuila, muchos estudios de artistas están convertidos en salones de clase, pero eso es relativamente nuevo en la región; Tomás Ledesma forma parte de una generación de académicos que decidieron quedarse entre nosotros para aportar, Marcela López Linares y Alonso Licerio Valdés, forman parte de ese grupo que estudió en San Carlos, en La Esmeralda, que salieron del terruño y vivieron otras realidades, otros mundos y que, como la canción de José Luis Perales, decidieron volver… dejaron de caminar las rutas polvorientas y se quedaron para pintar, grabar, esculpir a la sombra de los pinabetes.
Tomás Ledesma Fuentes se graduó de la Escuela Nacional de Artes Pláticas de la UNAM, vivió tiempos tormentosos en la capital del país, regresó a los terregales de La Laguna, fue maestro y ahora amigo de sus ex alumnos, su exposición “Herencia Plástica”, con casi 60 trabajos en distintas técnicas, se puede ver en Juárez y Colón, en una de las casas más bellas de Torreón.
El pintor de paisajes en el río Nazas y Jimulco, de anécdotas en los caminos de Guerrero, de divertidas pinturas de sus nietos, de retratos de familia, de dos espléndidos autorretratos, de una pintura emblemática para la historia del arte en la comarca, titulada “Mujer Lagunera”, recibió del Ayuntamiento de Torreón, hace un año, la distinción de Ciudadano Distinguido, con aquella ceremonia iniciaron los festejos por los 115 años de la ciudad de los que Ledesma también participó como expositor en la colectiva “115 años 115 aristas” que se montó en la Galería de Arte Contemporáneo del teatro “Isauro Martínez”. Hoy, justo un año después, el IMCE le organizó esta “Herencia Plástica”.
Quizá lo que más llama la atención de la obra de Tomás Ledesma Fuentes, es la sencillez y el humanismo de su autor.