Yo no lo vendo no, porque lo quiero. Yo no lo vendo no, mejor me muero
“Se vende mi país”
In memoriam Óscar Chávez
Hablar del seguro de desempleo es un tema relevante ante la emergencia que vive el país, pero sobre todo, porque tiene cabida en el Estado Benefactor que impulsa el presidente López Obrador.
El Presidente ejecuta programas sociales que transfieren dinero a sectores vulnerables; pero repite esquemas del pasado que no generan capacidades, a excepción de la Beca del Bienestar y Jóvenes Construyendo el Futuro.
Ha realizado esfuerzos de austeridad que le han permitido hacer ahorros; al extinguir muchos fideicomisos que operaban sin reglas ha ganado capacidad de maniobra, esto, aunado al uso de los fondos de estabilización, le han permitido afrontar los dos primeros años de recesión en su gobierno.
Hoy se discute si es conveniente otorgar mayores facultades a la Secretaría de Hacienda para reasignar el Presupuesto. Es una propuesta delicada, si esto significa vulnerar a los gobiernos estatales, sobre todo cuando muchos de ellos valoran su permanencia en el Pacto Fiscal.
López Obrador ha puesto todo el empeño para que el presupuesto llegue de manera directa a la gente, a los productores, ha cancelado exenciones fiscales a las grandes empresas; su lucha anticorrupción afecta intereses y le genera malquerientes.
También es importante separar el poder político del económico. Conocí de muchos casos donde las decisiones las tomaba un pequeño grupo de magnates, sin importarles la mayoría del pueblo de México que solo ha recibido migajas.
Por eso también celebro que no habrá rescate para los grandes empresarios como en su momento se hizo mediante el Fobaproa que seguimos pagando los mexicanos.
El IMSS informó que desde el 13 de marzo y hasta el 6 de abril, se habían perdido casi 347 mil empleos; en menos de un mes se borraron los trabajos generados en 2019.
Si bien es cierto el seguro de desempleo no resuelve los problemas de fondo, sirve como un fondo emergente o un amortiguador de shocks ya que su duración es normalmente de 6 meses en pagos decrecientes. Se trata de un fondo en el que la mayoría de los casos aporta el trabajador, pero también la parte patronal.
En el 2013 la subsecretaria del Trabajo, Patricia Martínez Cranss presentó un estudio ante el Senado que diera pie a legislar sobre este tema, sin embargo, no prosperó.
En política y en administración pública, una regla no escrita dice que para que las cosas sucedan, debe existir voluntad política. Esperamos que el Ejecutivo Federal y los legisladores tomen en sus manos esta propuesta, que hoy nos daría un poquito de alivio
Del anecdotario
Siempre le profesé una gran admiración a Óscar Chávez desde que era estudiante en mi querida Facultad de Economía de la UNAM.
Era fácil recibir por aquellos años la influencia de los expositores de la canción de protesta: Alfredo Zitarrosa, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Tania Libertad y, desde luego, Óscar Chávez.
Hicimos nuestras sus parodias políticas: —Que de dónde amigo vengo, de una casita que tengo por allá en El Pedregal, una casita chiquita con jardines, alberquita y calefacción central.
Quién no se enamoró con: —Por ti, yo dejé de pensar en el mar, por ti, yo dejé de fijarme en el cielo…
Óscar Chávez nos dejó un gran legado a los guerrerenses con la grabación de su disco Guerrero: Alma Dulce y Festiva, que me tocó editar cuando fui gobernador la primera vez en 1996.
Alguna vez lo invité a que se sumara a nuestros festejos en Ciudad de México con el Así Somos en Guerrero; nos acompañó y su concierto fue inolvidable.
La vida es así…
* Ex gobernador de Guerrero