Hace unos días, conversando con el profesor Felipe de la Cruz, quien fungiera durante algunos años como vocero de los padres de los 43 normalistas, me narraba las intrigas y los excesos que el abogado Vidulfo Rosales siembra en este movimiento.
Me decía por ejemplo, que cuando algún padre o madre discrepan sobre su postura, la reacción de Vidulfo es amenazarlos con irse del movimiento y dejarlos solos.
Vidulfo les ha sembrado odio, los ha llenado de una actitud de venganza para descalificar todo lo que venga del gobierno.
Para él no existe el rescate de los 68 jóvenes que logramos salvar el día de los tristes acontecimientos; tampoco que hayamos detenido a los primeros 38 policías y miembros del grupo de “Los Bélicos”.
Y mucho menos que hayamos establecido las bases de la investigación que hasta hoy siguen vigentes. Para él todos somos culpables y viles asesinos.
Poco le interesa la precariedad de los padres, su estado de salud, su falta de alimentación, muchas veces cuando salen a marchas y manifestaciones.
Prohíbe a los padres que inicien el proceso de reparación de daño, sin menoscabo de que las investigaciones continúen.
¿Será que Vidulfo aspira a que el caso dure toda la vida, pues ha encontrado en él su modus vivendi?
¿Qué pasaría si la reparación de daño se emite un decreto para que, mediante una beca económica, se garantice al resto de los hijos de los padres de los 43 un apoyo económico hasta el nivel profesional?
¿Qué pasaría si el gobierno entrega una suma para que cada familia pueda adquirir una casa o establecer un negocio que les permita mantener a su familia?
Pero el señor Vidulfo Rosales se opone, porque dice que eso significaría vender la dignidad de los padres.
La consigna de Vidulfo a los padres de familia y estudiantes es: --digan que Aguirre es un asesino… No admite que los guerrerenses no me vean de ese modo, sino por el contrario la gente me salude con respeto y con afecto como lo viví hace unos días que visité la ciudad de Iguala.
Cuando la propuesta sería continuar con las investigaciones pero en otra condiciones, hasta por razones humanitarias; hay padres y madres que han fallecido y otros varios que se encuentran muy delicados de salud.
En la charla, Felipe de la Cruz me decía: “Vidulfo es un autoritario y mueve a la normal de acuerdo a sus intereses, de eso no existe duda, a los muchachos los tiene adoctrinados”.
Hace poco en medios de comunicación, Vidulfo me señaló como uno de los responsables de estos tristes acontecimientos, abrogándose el derecho de autoridad ministerial.
Según él, contribuí con mi "discurso de odio" cuando fungí como gobernador, lo que tendrá que demostrar, de otra forma, procederé a presentar formal demanda por daño moral en contra de mi persona y de mi familia.
A mí me corresponde defender mi honor, cuidar lo que mi familia siente, mi esposa, cuando sus azuzados me llaman asesino.
Han sido 8 años en que ha denostado sin prueba alguna de mi supuesta influencia o participación.
Guacamaya Leaks lo señala como miembro de un grupo delictivo que se dedica al secuestro y otras actividades delictivas en el estado de Guerrero. Habrá que esperar qué dicen las autoridades al respecto.
Y vale preguntar: ¿a que intereses responde Vidulfo?
Por mi parte, no le dejaré pasar una sola difamación, a quien bajo el amparo de supuesto defensor de los derechos humanos, es en los hechos, un obstáculo para ello.
Ángel Aguirre Rivero**Ex Gobernador de Guerrero