Ayer se llevó a cabo la revocación de mandato, por puro capricho presidencial, y se pudieron observar diferentes escenarios que ya eran esperados por especialistas, baja participación en muchas zonas y en otras donde gobierna la 4T el contraste con gente formada en las casillas.
Más allá de que los que decidieron participar lo hicieron convencidos y gustosos de darle su apoyo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que se vio fue un aparatoso operativo para acarrear votantes a las casillas, justo como lo hacía el PRI en sus buenos tiempos, cuando el “Partidazo Tricolor” dominaba la escena política en México.
Vimos a Morena estirando los músculos para el 2024.
Este ejercicio de participación ciudadana se vio manchado por la falta de pudor de muchos políticos que se saltaron todas las leyes y candados que ellos mismos han impulsado, para promover el apoyo a su jefe, el líder de la 4T.
En las redes sociales corrieron los videos de autobuses llegando con adultos mayores que descendían para votar a favor de que siga AMLO en la Presidencia, aunque nunca estuvo en juego eso, pero eso les dijeron. Bueno en realidad a muchos les indicaron que si no iban a apoyar al Presidente, se acabarían los recursos que reciben del gobierno federal, pero eso es una minucia.
La cuenta oficial de Twitter de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hizo un exhorto a que la gente participara en el ejercicio, lo que de inmediato fue prohibido por el INE, porque viola las disposiciones para estos eventos electorales.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CdMx, publicó mensajes exasperada porque el INE le prohibía difundir la revocación. El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, negó que hubiera hecho actos partidistas para promover la consulta, cuando los videos, que él dijo que no vio, lo mostraban en eventos en Sonora y otros estados.
El colmo, vimos cómo violaban una y otra vez la ley que su partido votó y encima se hacen los ofendidos, porque eso es lo que viene ahora, el señalamiento con dedo de fuego al Instituto Nacional Electoral y sus consejeros por la baja participación en la consulta. Ese es el fin, desacreditar al INE, vender la idea de que hay que cambiar a los consejeros para lograr un instituto a modo, como lo ha hecho con otros organismos.
Total, si el jefe de la 4T dice que “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, pues qué nos quedará por ver en este sexenio. Que no se nos acabe la capacidad de asombro porque viene lo mejor, ¿o lo peor?
