Imposible empezar un texto este lunes sin una dosis de optimismo. Lo logramos. Pudimos darle la vuelta a la pesada y última hoja del 2020. Arbitrario o no, el hecho de que se acabara el año el jueves pasado nos sirve a todos como un respiro. Un alivio. Un telón. Este lunes debería empezar algo nuevo. Las vacunas además de inmunidad traerán esperanza. Tendrán que existir nuevas oportunidades laborales. Un nuevo semestre en la escuela. Nuestros políticos habrán aprendido la lección. Serán sensatos, respetarán a los contrarios y adversarios. Entenderán que la polarización divide y confronta cuando lo que importa es unidad para salvar a todos. Habrán asimilado que hay algo más importante que la futura elección. ¿Me excedí?, no me diga. ¿Me dejé llevar por la ocasión? Sí, puede ser que sí, por si acaso, coja los zapatos más grandes que tenga en la casa y déjelos debajo del árbol o en la ventana, parece que habrá que pedirle a los Reyes Magos que nos hagan un par de servicios a los mexicanos.
Cuenta la tradición que el tamaño de los zapatos que se dejaban en la ventana ayudaba a los Reyes Magos para saber a quién le estaban dejando los regalos y el tamaño del obsequio que debían poner, es por eso que le pido que escoja los zapatos más grandes que encuentre en la casa. Los mexicanos vamos a requerir presentes grandes y generosos este año. Los mexicanos necesitamos salud. Y no, no les escriba en la carta que quiere que el Gobierno acepte sus errores de comunicación y ejecución en la estrategia para enfrentar la pandemia, no tiene caso, ni los Reyes lograrían eso y ya no importa. Que no lo digan, que no lo acepten, pero pídales que los convenzan de ajustar la estrategia. Una sola línea de comunicación: clara, contundente y sin echarle la culpa a nadie, ni al pasado ni a la gente. Reunión permanente de autoridades de salud y ajuste diario en la estrategia de comunicación hasta terminar el desbordamiento de hospitales, la escasez de medicinas y la vacunación universal.
Ya sé que no está fácil, déjeles más agua y alimento para los animales, quizá con eso se animan porque aquí viene la siguiente petición.
Ni el oro para los reyes ni el incienso para los dioses ni la mirra para los que están destinados a morir, pídales que en la elección más grande de nuestra historia nos traigan sensatez para todos. A los mexicanos nos urge democracia. No nada más el México de uno, sino el México de todos. Las causas de las personas siempre son más grandes que las de los partidos o las de un caudillo. Pídales que no se privilegie la filiación sobre lo lógico y lo sensato. Que gane la oposición su derecho a la palabra y al voto. Una oposición generosa, sin mezquindades, entendiendo que se juega algo más grande que su nombre o su futuro personal: el balance lógico y sensato en donde quepamos todos. Que se dejen de lucir como personas y hagan que se luzcan las causas nobles y sensatas. Que les recuerden que la generosidad en la forma de hacer y de decir es la única manera en que podrán conectar con el votante.
Cierre su carta de la forma más fervorosa que pueda y no se olvide del heno y el agua en la ventana. No se confíe, la cosa no está nada fácil y es que para colmo los chinos que nos dieron la sopa de murciélago ya avisaron que este será el año del buey.
@olabuenaga
