Auxilio. Una palabra clara, contundente y hasta con un alarmante diptongo que exige un esfuerzo en los labios para poder pronunciarla. Au-xilio. A pesar de ello, pareciera que no queda claro. Del latín auxilium, se trata de una petición de ayuda, de amparo. Un llamado de urgencia y socorro. Pero no, ni así se entiende. ¿Y si lo escucharan a gritos? Nueve, uno, uno, ¿cuál es su emergencia? ¡Auxilio! Seguido de un golpe seco. Brutal. Silencio. Qué pena, tampoco así se comprende. Terrible el silencio del que no responde a un grito de auxilio y catastrófico el silencio de la que se queda sin aliento para volver a pedirlo. ¿Será que habrá que repetirlo? Auxilio. Auxilio. Auxilio. Auxilio.¿Cuántas veces será necesario? Auxilio. Auxilio. Auxilio. Auxilio. Auxilio. ¿Qué le parece 2 mil 522 veces al día? Auxilio. Auxilio. Auxilio. Auxilio. Auxilio. 680 mil 941 peticiones de auxilio fueron las llamadas que las mujeres hicieron al nueve, uno, uno en los primeros ocho meses de este año. Auxilio ¿Cuál ha sido la respuesta?
Silencio.
Las cifras en un agregado de El Universal pertenecen al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que reporta la cantidad de veces que una mujer pide auxilio al teléfono de emergencia por motivo de agresiones de la pareja. Auxilio. Acoso sexual. Auxilio. Abuso sexual. Auxilio. Y violación. Auxilio. ¿Cómo es posible que nuestras autoridades no escuchen este aterrador griterío? El año pasado nuestro Presidente dijo que el 90 por ciento de esas llamadas eran falsas. Hoy, después de ese descrédito y menosprecio, las cifras han aumentadoy no se vislumbra una estrategia clara y contundente de protección y contención. Lo cierto es que el país tiene la garganta desgarrada de tanto pedir auxilio y esa es apenas la superficie de la herida a nuestro tejido social que requiere con urgencia ser atendido.Nueve, uno, uno, ¿cuál es su emergencia? Auxilio.
Aún más grave, en lo más hondo de la angustia y la desesperación de la que pide ayuda, está el 89.9 por ciento de las víctimas de violencia familiar que se callan por miedo a las represalias o por vergüenza. Un doloroso silencio que ayuda a las autoridades a disimular la inacción. Sin embargo, lo peor, lo que da más miedo de todo, es que enterradas en las entrañas de la patria están las 11 mujeres y niñas que son asesinadas diariamente en nuestro país. México es hoy el segundo país con más feminicidios de toda América Latina. 11 mujeres y niñas pierden cada día la vida y a pesar de ello no pierden la voz: les queda la nuestra, la voz de las que todavía estamos vivas. Nueve, uno, uno ¿Cuál es su emergencia? No es una, señor, son cientos de miles. Auxilio.
El jueves pasado fue el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, mismo que marca el inicio de la Campaña Únete de la ONU que consiste en 16 días de activismo que terminarán el próximo 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. ¿En qué consiste? Amplificar las voces de las sobrevivientes y apoyar todas las acciones para prevenir la violencia. Curiosamente, nuestro gobierno mandó borrar todas las consignas de las mujeres en el Zócalo horas antes de la marcha.
Nueve, uno, uno ¿cuál es su emergencia? Auxilio. Lo sentimos, el Presidente está ocupado.
Ana María Olabuenaga@olabuenaga