TOCHI, libro que edita editorial Pico de gallo Ediciones, es para mí una muy grata sorpresa y lo es por partida doble, primero como egresado de la Secundaria Roberto Ruiz Rosales, de Tequila, Jalisco y segundo, porque quizás, uno de los problemas históricos más antiguos del género, Poesía, es haber llamado poesía a una infinidad de discursos sujetos a criterios ajenos a su propia voluntad. Leer un poema es impregnarse de su fuerza emocional, que nos puede conmover hondamente, comunicándonos destellos de conocimiento, a veces de iluminación. Es la impresión inmediata y global que recibimos, de un conjunto de palabras entrelazadas, que se combinan e irradian con química singular; las estrofas existen como “islas encantadas” (Ortega) o flotan unidas en la corriente viva del poema; un tono, múltiples tonos, vibran con tristeza, congoja y desconsolación, o con gracia o con cólera, según sea el ánimo que preside el poema, el ritmo que lo configura. “Clara y oscura” es la poesía, la caracterizó hace ya tiempo Aristóteles en un pasaje olvidado de su Retórica. Diáfana y misteriosa, diríamos hoy.
TOCHI es una obra que conviene leer, porque aún no acertamos a nombrar lo emergente, y se ve a la poesía como al espectáculo que acepta el conversadurismo existente, sin preguntarnos si la literatura puede tener personalidad íntima carácter local; y dijo esto, rememorando otro poeta poco estudiado, Juan Martínez, nacido en Tequila Jalisco. Sobre su obra se nos dice que hay en ella una búsqueda de lo trascendente por media una actitud mística; e igual que Jesús Morales Vázquez, Martínez se vio influenciado por la poesía árabe clásica, y hasta ahora, poco estudiados, ambos nos permitirían recomponer la identidad bajo las inestables condiciones de mundialización, a partir de las condiciones de marginalidad de ambos poetas, que radicaron en Tequila.
La obra de Jesús Morales Vázquez “TOCHI” y La edición del libro, fue posible gracias al esfuerzo conjunto de instancias públicas e iniciativa privada (Helio Estévez, Luis Rubio, H. Ayuntamiento de Tequila, Preparatoria Regional de Tequila y Letras para Volar), sin faltar, Rene Michel, quien afirmó que esta publicación es una deuda moral saldada con el poeta.
Con la publicación se busca rescatar la obra del escritor para valorarlo dentro del panorama de la literatura jalisciense del siglo XX. Jesús Morales Vázquez nació en Tacotlán, municipio de Ixtlahuacán del Río y estudió en el seminario hasta concluir teología, aunque no se ordenó como sacerdote. Después de salir del seminario se trasladó a Tequila, donde escribió “TOCHI”. Para René Michel, en el texto se puede leer metafóricamente esa desazón de la pérdida de la fe, reencontrada a través del amor.
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