Espectáculos

"Tijuana", homosexuales y Franco Escamilla

Me da mucha tristeza lo que sucedió con la serie Tijuana de Netflix. ¿Por qué? Porque es un producto mexicano y a mí me interesa que a las emisiones hechas en México les vaya bien, pero ésta no es buena.

Y mire que cuenta con algunos de los más grandes actores de nuestra nación y que el tema del asesinato de periodistas en este país es algo que se merece todo nuestro respeto.

Pero como que los responsables de esta serie no planearon bien las cosas, como que jamás entendieron para qué ventana estaban trabajando, como que nunca construyeron algo sólido desde un principio.

El resultado es un proyecto que oscila entre secuencias poderosísimas y soluciones fáciles, con severas inconsistencias narrativas e incapaz de motivar al espectador a quedarse más allá de uno o dos capítulos.

Le juro que no me perdí ni una escena, pero no le puedo mentir. Esto, que pudo haber sido mil veces más fuerte que El octavo mandamiento, se quedó a la mitad.

Me da mucha tristeza lo que sucedió aquí. Ojalá que a usted sí le guste Tijuana. A mí me quedó a deber.

Special

Ser homosexual ya no tiene nada ni de conflictivo ni de sorprendente ni de maravilloso ni de escandaloso ni de nada.

Ya no es nota. Por lo mismo, ahora es imposible repetir fenómenos como el de la serie británica Queer As Folk (1999), y títulos como Looking (2014) pasan sin pena ni gloria en canales como HBO.

Por eso quiero felicitar públicamente a Netflix. ¿Sabe usted lo que se les ocurrió a estos señores? Hacer una serie “gay”. Sí, pero para que verdaderamente funcionara, no solo la hicieron “gay”, la hicieron sobre discapacidad.

El resultado es un poema mediático titulado Special, que narra la vida de un chico al que le gustan los otros chicos, pero que, además, tiene parálisis cerebral.

No sabe usted qué cosa tan más bonita, oportuna e interesante. Es volver a poner grandes temas sociales sobre la mesa, es volver a sorprender a las audiencias con algo que va más allá de los lugares comunes. Por si esto no fuera suficiente, se trata de ocho capítulos de más o menos 15 minutos cada uno, una experiencia mucho más rica, mucho más dinámica, actual.

Humor

Ya se lo había dicho, Franco Escamilla es el nuevo gran comediante mexicano, un hombre con un talento extraordinario, un orgullo para toda nuestra nación.

Está de más que le diga que este señor ha recorrido el mundo entero llenando teatros como nadie más de por acá lo ha hecho y que todo el tiempo se está superando, reinventando.

Quiero pedirle un favor: luche por ver los especiales de Franco Escamilla en Netflix. No tienen desperdicio ni por lo que dicen ni por cómo están hechos.

Por la anécdota es un buen ejercicio de presentación, pero Bienvenido al mundo es delirante. Entre chiste y chiste, los responsables de este título hacen que uno voltee a ver al público que está mirando y que descubra ahí a muchos de los mejores humoristas que tenemos en este momento en las redes sociales. ¡Te queremos!

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
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  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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