Lo que sucedió ayer en “La mañanera” fue mucho muy importante.
Por supuesto, me refiero a la firma del acuerdo a través del cual los Centros de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón se ponen a disposición del pueblo de México para ayudar a las autoridades en el combate a la pandemia que estamos padeciendo.
¿Se acuerda usted de los eventos Teletón, de aquel día en que hizo su donativo, de las veces que llamo por teléfono para cooperar y de aquella mañana en que apoyó bailando, comiendo mole o haciendo yoga?
¿Se acuerda de aquel capítulo especial de La rosa de Guadalupe, de las palabras de estrellas como Daniela Romo y de la versión Teletón de programas como ¿Quién es la máscara?, Familias frente al fuego y 100 mexicanos dijieron?
¿Sí se acuerda de ese momento mágico en donde, después de muchas horas de trabajo, anunciaron que habíamos llegado a la meta?
Bueno, pues ayer no solo comprobamos que todos esos eventos, que todos esos esfuerzos, que todos esos donativos, valieron la pena.
Ayer aprendimos que cuando algo se hace con amor, es capaz de trascender, de llegar más allá de nuestra imaginación.
Quién nos iba a decir, cuando nació Teletón, que sus instalaciones iban a servir para algo más que atender a niños con discapacidad, cáncer y autismo.
Quién nos iba a decir, en aquellos momentos tan complicados en los que nadie creía en nada, que esta iniciativa iba a servir también para salvar la vida de miles de mexicanos en contextos mucho muy diferentes.
¿Ahora entiende la importancia de lo que sucedió ayer en Palacio Nacional? ¿Ahora entiende la verdad de Teletón?
Póngase a pensar, por un momento, en todo lo que implicó esta firma, en todo lo que se tuvo que mover para que esos espacios, del más alto nivel, se transformaran en algo tan hermoso.
Algún día, cuando los libros de historia cuenten lo que sucedió en este país en los tiempos del covid-19, alguien hablará de esto con emoción.
Porque los Centros de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón no son ni una institución pública ni un lugar donde, además de ayudar, se pretenda hacer negocio.
Son espacios que tú, miles de mexicanos y yo hemos construido con nuestros donativos. Esto nadie se lo esperaba.
Ojalá que otras instancias, que otras fundaciones, reaccionaran al covid-19 con la quinta parte de la vocación con la que Teletón reaccionó desde el principio.
Porque ésta no fue una ocurrencia de última hora. Fue un proceso que nació desde el momento mismo en que apareció el coronavirus en México.
Sí hay que señalar que no deja de ser muy significativo que el presidente haya aceptado la ayuda de Teletón, que haya recibido a Fernando Landeros, su director, y que lo haya presentado en “La mañanera”.
Por si esto no fuera suficiente, fue muy relevante que ayer, además de los nombres que normalmente se mencionan en estos eventos, se haya mencionado el de empresarios como Emilio Azcárraga y Francisco González.
Se trata de una demostración muy clara de que todos los mexicanos, sin importar nada, vamos juntos en el combate a la pandemia, de que, como se dice en los eventos Teletón, “el amor hace milagros”.
No perdamos de vista lo que va a pasar aquí. No perdamos de vista a nuestro amado Teletón.