Ya está en Netflix “Resident Evil”, la serie y yo tendría que ser el peor periodista del mundo si no le dijera: deje de hacer cualquier cosa que esté haciendo y corra a verla ya. ¡Ya!
¿Por qué? Porque “Resident Evil” es una de las últimas grandes franquicias que se crearon antes de que la cultura pop se viniera abajo y el hecho de que Netflix la retome manda mensajes profundos, mucho muy atractivos.
¿Y sí está buena? No. No está buena. Está buenísima. Es respetar la historia, venerar el origen y construir a partir del 2022, el momento en que, según los creadores de esta joya, comienza el fin del mundo.
No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia pero vamos y venimos del futuro al presente, de 2036 al mundo de hoy y, como corresponde, la protagonista es una mujer joven afrodescendiente y vegana.
No importa si usted, como yo, es fan del legado de Corporación Umbrella, si sabe de lo que estoy hablando o no, aquí va a encontrar el maratón perfecto para este fin de semana y el debate se va a poner riquísimo. Por favor no deje de verla.
¡EL AVIÓN!
Siempre ha habido una gran preocupación por las narrativas en la industria de la televisión. Siempre, incluso antes de que se inventara la televisión premium y para muestra bastan dos botones que lo cambiaron todo entre 1979 y 1981.
Estoy hablando de “El crucero del amor” (“Love Boat”) y “La isla de la fantasía” (“Fantasy Island”).
Estos títulos, más allá de su aparente ingenuidad y éxito comercial, revolucionaron la creación audiovisual porque se atrevieron a contar tres historias diferentes por capítulo, todas perfectamente intercaladas y hasta en diferentes tonos.
¿Por qué le estoy diciendo esto? Porque se acaba de estrenar en Universal Premiere una nueva versión de “La isla de la fantasía” que aunque ya no tiene esa estructura es increíblemente dulce, atractiva y afortunada.
Se transmite los domingos a las 22:30, se vincula directamente con la serie original estelarizada por nuestro paisano Ricardo Montalbán y sus “casos” son preciosos, entrañables.
Además, lo tiene todo: feminismo, diversidad sexual. Búsquela. Le va a gustar. De veras que sí.
¡FIESTA! ¡FIESTA!
HBO Max está celebrando un año en el mercado mexicano y latinoamericano.
Seguramente usted se preguntará: ¿Y? ¿Qué tiene esto de importante? ¿Qué tiene de emocionante? ¿Cuál es la nota?
Perdón pero sí es relevante porque es de no creerse cómo, este sistema de distribución de contenidos en línea, en tan poco tiempo, se fue a la cima y se convirtió en una de las opciones más exitosas, influyentes y mejor posicionadas del mercado.
Todas las promesas que esta gente nos hizo, se han cumplido con creces.
No sé qué piense usted pero a mí se me hace “mágico” que a muy pocas semanas de su estreno en las salas cinematográficas, estas mujeres, estos hombres, pongan a disposición de sus suscriptores las más cotizadas películas de Hollywood sin costo adicional.
¿Y qué me dice de lo que están haciendo con los contenidos infantiles, con los deportes y hasta con las telenovelas?
¡Y lo que falta! Porque como usted ha visto vienen unos estrenos imperdibles desde todas las perspectivas.
¡Feliz primer aniversario en México y todas Latinoamérica, HBO Max! ¡Vamos por más!
