Espectáculos

'¿Quieres ser mi hijo?' de ViX

Las cosas no son lo que parecen y “¿Quieres ser mi hijo?” de VIX es mucho más que la típica comedia romántica de consumo. Es un título inteligente, que dice cosas, que merece ser discutido.

En el muy remoto caso de que a tantos días de distancia usted no la haya visto, ¿qué es esto? ¿De qué trata? ¿Cuál es la nota?

“¿Quieres ser mi hijo?” es, en una primera y muy superficial lectura, una película que narra los enredos de una mujer que, para competir por un empleo, convence a un desconocido para que se haga pasar por su hijo.

La nota es que la gran pareja protagónica de esto es Ludwika Paleta y Juanpa Zurita.

¿Por qué? Porque ambos representan lo mejor de dos mundos. Ella, que como le he dicho muchas veces es estupenda haciendo comedia, es una líder indiscutible de los medios tradicionales.

Él, que genuinamente es bueno para todo, es lo máximo de lo máximo de los medios digitales.

La unión de Ludwika y Juanpa reúne al mundo tradicional con el mundo digital, convoca a la totalidad de las audiencias del mundo del entretenimiento.

Y ni hablemos de la parte generacional porque entonces sí no vamos a acabar nunca. Este título es, para el cine, lo que “La casa de los famosos” para los “reality shows”. ¡Es VIX!

Por si esto no fuera suficiente, el reparto de esta producción está lleno de sorpresas, como la participación especial del inmenso Hernán Mendoza (“La caja”).

Y toda la parte de guion y dirección viene de Ihtzi Hurtado, una de las mujeres más creativas de nuestra industria, responsable de cañonazos como “Locas por el cambio”.

Ahora vayamos a lo que interesa: la relevancia de este proyecto en un contexto hueco, saturado y efímero.

¿Cuál es el verdadero punto de partida de esta historia? Que la heroína de “¿Quieres ser mi hijo?” viene con una suculenta colección de conflictos.

Primero, es una mujer de 40 años. Segundo, está casada con un hombre que la maltrata. Y tercero, no tiene hijos.

¡Cuidado! Esto, en México y toda Iberoamérica, es importante.

¿Por qué una mujer de 40 años tiene que valer menos que una de 30? ¿Qué va a pasar cuando cumpla los 50?

El edadismo es algo que ya no podemos permitir. Es odio, discriminación. ¡Ya basta!

Una persona que es víctima de maltrato, como el personaje de Ludwika, pierde toda proporción de lo que está viviendo y comete errores.

Es increíblemente sintomático todo lo que esta mujer hace, no para liberarse de ese fulano, ¡para rogarle! ¡Para que a pesar de todo la deje volver a su lado!

Sí quiero que entienda esto porque aquí hay una denuncia, porque esta parte de la realidad que viven millones de mujeres no suele aparecer en nuestro cine. Es un hallazgo.

Ahora pasemos a la parte de los hijos. ¿Cómo es posible que a estas alturas del siglo XXI una mujer valga sólo si tiene hijos?

Y peor tantito: ¿qué pasa con las empresas que, como la de esta cinta, le exigen a sus candidatas que sean madres de familia para poder aspirar a un empleo?

Esto tendría que ser una violación a los derechos humanos de cualquier mujer, un asunto que no debería ser de la incumbencia de ningún empleador. ¡Ya no podemos jugar al viejo truco de los valores! ¡No! ¡No! ¡Y mil veces no!

Ya hablamos de la heroína. Ahora hablemos del galán. Es un veinteañero, un hombre que no conecta amorosamente, que sólo sirve para coger y que se lo cojan.

¡Cuidado! Se lo vuelvo a decir. Esto, en México y toda Iberoamérica, es importante.

Nuestros veinteañeros viven un infierno que no está siendo retratado en la industria del entretenimiento.

Por diferentes circunstancias históricas, económicas, tecnológicas y sociales, lo que ellos suelen tener no se puede catalogar como una relación sentimental.

En especial con la gente de su misma generación.

No me quiero ni imaginar cómo se sienten porque, además, por una suerte como de requisito social-digital, deben tener sexo, mucho sexo y presumirlo.

A esto súmele que, como ya no tienen empleos fijos, estables ni medianamente bien pagados, deben vivir en comuna, sin privacidad y aspirando quién sabe a qué.

La suma de estos dos personajes crea una suerte de “Tootsie” combinado con “Mirada de mujer” bastante interesante porque, además, no está entonado en melodrama.

Es comedia romántica, vamos a echar relajo, a pasarla bien frente al dispositivo.

Luche con todas sus fuerzas por ver “¿Quieres ser mi hijo?” (incluyendo sus créditos finales) en VIX. Pero, al final, por favor discútala. Dele sentido.

Yo, por razones de espacio, me quedé a medias. Confío en que usted, en sus charlas de café, pueda profundizar. Le va a gustar. De veras que sí.


Google news logo
Síguenos en
Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • [email protected]
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.