Siéntase privilegiado porque hoy a las 22:00, por Discovery, usted va a ser testigo de uno de esos acontecimientos que se dan muy pocas veces en la vida, del estreno de uno de los proyectos más ambiciosos de toda la historia de la televisión.
Me refiero a ¿Por qué odiamos?, una producción de Steven Spielberg y Alex Gibney dirigida por Geeta Gandbhir y Sam Pollard con la participación de algunas de las máximas autoridades en materias como antropología evolutiva y neurociencia.
Usted sabe que el mundo se la está pasando mal, que el odio está acabando con nosotros, pero lo que probablemente no sepa son las razones de toda esa maldad, de dónde viene, hacia dónde va. ¿Sí entiende la magnitud de lo que va a pasar esta noche? Por eso le digo que esto es un privilegio. Jamás se había contado esta historia. Jamás se había hecho algo así.
¿Por qué odiamos? es una propuesta tan importante que una vez más, gracias a la generosidad de Discovery, los medios públicos de nuestro país (Canal Once, Canal 22, Capital 21, Tv UNAM y el Canal 14 del SPR) se van a unir para transmitir esto, todas las semanas, a partir de este domingo a las 22:00.
Cuando usted mire esta serie documental de tan solo seis capítulos entenderá muchas cosas que estamos viviendo, encontrará soluciones y se llenará de paz porque si bien hay cuestiones que jamás podremos cambiar, sí hay cosas que se pueden hacer. Sí hay esperanza.
Le ruego que lo apunte en su agenda, que le avise a su familia, a sus amigos, a sus alumnos y que lo comparta en sus redes sociales. Es lo mejor que verán sus ojos en mucho tiempo. Se lo garantizo.
Itatí Cantoral
Tardaron, pero se encontraron. Me refiero a Itatí Cantoral y la obra Testosterona, que desde la semana pasada se presenta los viernes, sábados y domingos en el Teatro Rafael Solana del Centro Cultural Veracruzano.
Testosterona es una joya del teatro nacional magníficamente bien escrita por la inmensa Sabina Berman. ¡Le acaban de dar el premio Los Metro en la categoría de mejor dramaturgia mexicana!
Pero había un “pequeño” detalle: a pesar de que las actrices protagónicas de esta gran experiencia siempre habían sido mujeres maravillosas, de un talento indiscutible, y de una trayectoria que se merece todo nuestro respeto, faltaba ese clic, la fusión perfecta entre la actriz y el personaje.
Itatí nació para interpretar a Alejandra en Testosterona. Lo que sucede cuando usted la mira ahí va más allá de la experiencia teatral. Es mágico. La señora nos envuelve, nos cautiva, nos arrastra, nos sorprende. Hace con el público lo que se le da la gana. Por lo mismo, esta obra, que es gloriosa, se potencializa en fondo y forma poniendo sobre la mesa muchos temas fundamentales. ¡Muchos! Álvaro Guerrero, el compañero de Itatí en esta aventura, no me dejará mentir. Ahí está pasando algo grande, divertido, fuerte. ¡Y cómo no si la directora es Ana Francis Mor y la productora, Isabelle Tardán!
Si usted ya vio Testosterona, luche por volver a verla. Y si no, pues luche todavía más porque este tipo de fusiones se dan muy pocas veces en el teatro mexicano y tengo la sensación de que estamos ante un momento de oro, ante algo memorable. De veras que sí.