Tiene que correr a ver una serie que se llama “Good American Family” que está en Disney+.
¿Por qué? Porque es increíblemente buena, morbosa, adictiva y, lo más relevante de todo, porque su protagonista es Ellen Pompeo, una de las mujeres más amadas de toda la industria mundial de la televisión.
¿Sabe usted el enorme privilegio que es ver actuar a esta reina en algo que no sea “Grey’s Anatomy”? Y lo hace increíble. Enorme es poco.
Por si todo lo que le estoy diciendo no fuera suficiente, su pareja a cuadro es Mark Duplass, uno de los mejores actores de su generación a quien muchas personas no nos podemos quitar de la cabeza por su trabajo en “The Morning Show”. ¡Este hombre es un genio!
Hasta aquí vamos bien, ¿verdad? Bueno, ¡pues qué cree! Se pone mejor. Esta joyita está inspirada en una de las más escalofriantes historias de la vida real de los últimos años, un escándalo tan, tan, pero tan grueso que también existe en serie documental en MAX.
Se llama “El curioso caso de Natalia Grace”.
Aquí usted tiene de dos sopas: o se abona a ver “Good American Family” en Disney+ a un ritmo de un capítulo por semana o se brinca todo y se entera del chisme completo yéndose a “El curioso caso de Natalia Grace” en MAX.
Mi mejor recomendación, por supuesto, es que vea los dos contenidos. Esto es como lo de Gypsy Rose Blanchard pero peor porque la maldad coquetea a tal grado con lo increíble que más de una persona, ahí mismo, compara esto con películas como “La huérfana” y “La semilla del diablo”.
Aquí, como en “Adolescencia”, es difícil decirle de qué trata la serie sin arruinarle el factor sorpresa. ¡Está en las noticias! ¡En las redes! ¡Es del dominio público!
Yo, que me caracterizo por respetarlo tanto a usted como a los creadores de los conceptos de los que hablo, sólo le diré que es de lo que pasa en una familia cuando llega un nuevo miembro.
Lo demás es prodigioso, desesperante, como para ponerse a discutir con la familia y con los amigos. Estamos ante un título que va a trascender.
Ya la estoy viendo recibiendo premios, citada en cursos y conferencias, generando más y mejores contenidos. Es imperdible.
Y lo mejor, si la comparamos con casos como el de Gypsy Rose Blanchard, es que a diferencia de lo que sucedió con “The Act”, su primera serie de ficción, es que aquí “Good American Family” está llegando bien.
¿Qué le trato de decir con esto? Que nos está llegando al mismo tiempo que a Estados Unidos, a través de una plataforma grande, bien traducida, bien doblada, en orden.
Eso permite que todos hablemos el mismo idioma, que sí podamos abrir una discusión, que sí podamos expresar nuestros sentimientos.
“Good American Family” “mejora” lo de la serie documental. Le cambia el nivel socioeconómico a los personajes para que más personas puedan identificarse con esa mamá, con ese papá y con esos hermanos.
Le quita y le pone cosas para hacerla todavía más emocionante, para que los actores se luzcan al máximo.
La escritora principal de este título es Katie Robbins, la autora de conceptos tan maravillosos como “Sunny” y “The Affair”. ¿Se acuerda?
Dirige pura gente de primera como la nominada al Oscar Liz Garbus y los responsables de algunos de los mejores episodios de series como “Dexter”, “Homeland”, “American Gods” y “The Handmaid’s Tale”.
Luche con todas sus fuerzas por ver “Good American Family” en Disney+. Le va a gustar. De veras que sí.
