Amo y respeto mucho la cultura coreana. Creo que ese país está lleno de genios que están haciendo algunos de los contenidos más fascinantes del siglo XXI.
Lo que más adoro son sus narrativas, esa manera tan fantástica que tienen de combinar géneros, tonos y emociones lo mismo en el cine que en las series, los K-dramas, la música y las animaciones.
¿Por qué le estoy diciendo esto? Porque hoy viernes 22 de diciembre se estrena en Netflix “El monstruo de la vieja Seúl”, tuve el privilegio de ver sus dos primeros episodios y mi olfato me dice que se trata de una propuesta tan revolucionaria como “Parásitos” o “El juego del calamar”.

Los coreanos llevan años ofreciéndonos poderosas producciones histórica, románticas, de terror y hasta de denuncia, pero ésta es diferente.
Tiene que ver con la monstruosidad. Haga de cuenta que se la hicieron a Guillermo del Toro. Así, de ese tamaño.
Por si esto no fuera suficiente, se desarrolla a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Aquí hay dos asuntos. Primero, no es común que Corea hable de sus conflictos históricos con Japón. Aquí se hace eso y se dicen cosas tremendas, como para ponerse a temblar.
Y, segundo, de este lado del mundo, cuando se habla de la Segunda Guerra Mundial, se habla de Europa, de los nazis. Sabemos muy poco de lo que pasaba en Asia, de lo que hacían los japoneses.
“El monstruo de la vieja Seúl” es una oportunidad de oro para aprender esa otra lectura de la historia, para ver algo diferente, para crecer, apreciar.
¿Qué es esto? ¿Por dónde va a la cosa? ¿Quiénes lo deberían de ver?
No es un K-drama (una “telenovela” coreana). Es una serie. No le voy a dar detalles porque sería un insulto para su inteligencia y una falta de respeto para las personas que participaron en esta emisión.
Es un poco o un mucho como “Stranger Things” o como “The Strain”, pero en la Corea de 1945.
Sí, es de terror. El nombre no es una broma. Pero, y aquí está lo más interesante de todo, también es de ciencia ficción, de aventuras, de romance y comedia.
¿Ahora entiende por qué le digo que admiro mucho las propuestas narrativas de los coreanos?
Este coctel de géneros y tonos permite que personas que a lo mejor no suelen ver cierto tipo de contenidos, sintonicen esto y terminen cautivados.
“El monstruo de la vieja Seúl” es como la televisión abierta de antes: muy para todos.
Por lo mismo, no creo que sea casualidad que una corporación tan sabia para programar sus contenidos, como Netflix, la haya elegido para el fin de semana de Navidad al lado de lo mejor de lo mejor.
A mí me interesaba mucho escribirle hoy de esto, más que de otros lanzamientos obvios, porque como todo se mueve a través de algoritmos, es muy probable que si usted no es fan de lo coreano, no le vaya a aparecer en su dispositivo.
¡No! ¡No lo permita! Sí hay que verla. Cuando esté ahí, aprecie los efectos especiales y la pulcritud de las secuencias. En el capítulo uno hay una pelea como de Tarantino y en el dos, cosas todavía superiores.
¿Y sabe qué es lo mejor? La equidad de género. A diferencia de lo que se suele hacer en muchos lugares, donde, por ejemplo, el empoderamiento femenino se siente forzado, aquí no.
Sea usted mujer u hombre, siempre se va a sentir bien, respetado, tomado en cuenta. ¡Me encanta!
Luche con todas sus fuerzas por ver “El monstruo de la vieja Seúl” en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí. ¡Y feliz Navidad! Nos vemos el lunes con grandes sorpresas.