Pachuca fue centro de las conversaciones y prácticamente tendencia nacional, por la presentación del Dj Steve Aoki.
Y que bien por todas aquellas personas y jóvenes que responsablemente fueron, se divirtieron y bailaron. Sin embargo, el tema no es que vengan a Pachuca artistas de talla mundial, el asunto es que no podemos tener espectáculos de primera con una ciudad de segunda.
Si bien, de acuerdo a lo anunciado por funcionarios del gobierno de Hidalgo, se renegoció el costo del artista (que aún no sabemos a cuánto ascendieron sus honorarios y sus viáticos), lo cierto es que significaría algo mayor a los 3 millones de pesos.
Así, mientras los fraccionamientos alrededor de la feria como el Juan C. Doria, donde es prácticamente intransitable para las y los peatones cuando llueve, o en carro por la cantidad excesiva de baches, el dinero público se derrocha en artistas para la diversión efímera y esporádica.
Entonces mientras unos bailaban y se divertían, la ciudad seguía padeciendo la inseguridad, los baches, la pobreza, así como la falta de empleos y oportunidades para los jóvenes.
Sin duda alguna debemos replantearnos nuestro federalismo, para darle mayor recurso a los municipios, para atender y resolver los problemas de nuestro entorno inmediato.
¿Qué sigue después de Steve Aoki?, ¿Y si ahora apoyamos a las y los artistas hidalguenses? ¿Si esos millones los invertimos para las y los jóvenes creadores? Recordemos que el Recinto Ferial de Pachuca se encuentra en medio de una zona habitacional, lo que ocasiona molestias para la ciudadanía por los problemas asociados a la concentración masiva de gente.
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