Estamos a cinco días que concluyan las campañas electorales y ocho días de salir a votar en las denominadas elecciones más grandes de la historia y se estima que solamente el 5 por ciento de las candidaturas (propietarias) que buscan un cargo público han presentado su 3 de 3 (declaración patrimonial, declaración de intereses y de pago de impuestos).
Estamos hablando que solamente hay cerca de 6 mil 375 candidaturas “transparentes”, de casi 245 mil candidatos (incluidos propietarios y suplentes). Y lo que es peor, en muchos casos, ni siquiera sabemos quienes realmente son las y los candidatos, mucho menos los perfiles de las candidaturas, en algunos casos ya hubo cambios de candidaturas, cuyos nombres no aparecerán en las boletas.
La falta de transparencia de las candidaturas, parece responder a la ausencia de transparencia en sus partidos, cuyas candidaturas son resultado de procesos poco claros y transparentes, por el contrario, son resultado de acuerdos discrecionales realizados por las cúpulas partidarias.
En el caso de Hidalgo, debemos decir que no se cuenta con una plataforma para revisar las declaraciones patrimoniales, fiscales y de intereses, lo que no impide que las candidatas y candidatos hagan públicas sus declaraciones.
De hecho, los propios partidos quienes reciben miles de millones de pesos en financiamiento público deberían utilizar esos recursos para que a través de sus plataformas digitales den a conocer con claridad no sólo sus candidaturas, también sus declaraciones, y perfiles (aplicables a los partidos con registro nacional y local). Es momento de replantearnos que la declaración 3 de 3 por 3 (considerando la 3 de 3 contra la violencia de género) sea obligatoria y causal de perdida de registro.
Cómo luchar contra la corrupción, si no contamos con partidos y candidaturas transparentes.
Cómo ejercer un voto informado y razonado, si las candidaturas y sus institutos políticos no presentan la información clara a la ciudadanía sobre sus candidaturas.
Alfredo Alcalá
Twitter: @alfreduam