De acuerdo al informe de Amnistía Internacional, uno de los principales retos para México y América Latina, es combatir la desigualdad y la impunidad, ya que son los principales muros, que evitan el pleno ejercicio de los derechos humanos.
Actualmente se debe seguir resaltando las condiciones de fragilidad y vulnerabilidad, de quienes actúan y están al frente en la lucha por los derechos humanos, ya que, por ejemplo, sigue siendo una constante, los ataques hacia las personas defensoras de derechos, así como la violencia endémica contra las mujeres.
Sin dejar de mencionar las condiciones de alta vulnerabilidad de nuestros hermanos y hermanas centroamericanos, quienes son víctimas de extorsiones, vejaciones, resaltando que las mujeres, niños y niñas, son expuestas a la explotación y esclavitud sexual.
Por ello, al enarbolar una bandera nacionalista, corremos el riesgo de reproducir aquello que tanto rechazamos, me refiero a los discursos de odio vertidas por líderes internacionales.
Por ello debemos fortalecer los derechos de las personas en movimiento, en específico de aquellas que cruzan por nuestro país, quienes muchas veces huyen de sus países en Centroamérica por la violencia generalizada, sin embargo, están en grave riesgo, que en su tránsito sean víctimas de violación a sus derechos, y a la libertad de tránsito y movimiento.
Es momento de dejar de mirar hacia el norte y sus muros, para enfocarnos a posicionar a México como un país incluyente, conciliador, que de asilo y refugio a quienes así lo necesiten.
Por otro lado, el informe de Amnistía Internacional destacó la violencia endémica contra las mujeres y las niñas. Que además se agrava por la falta de datos duros, desglosados y actualizados, que permita tener otra mirada clara sobre la violencia de género.
Otro de los puntos que se debe mencionar, es la relacionada con el fortalecimiento y profesionalización de las policías en nuestro país, ya que ello podría disminuir a quienes hoy ocupan los primeros lugares por violar los derechos humanos, me refiero a la seguridad pública.
Por otro lado, se debe mencionar que, durante el 2016, continuaron las amenazas, el hostigamiento, la intimidación, las agresiones y los homicidios contra periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos, para quienes deben activarse de manera puntual los mecanismos de protección y seguridad adecuada.
En toda sociedad la desigualdad y la impunidad son un grave obstáculo para el ejercicio pleno de los derechos humanos, ya que una sociedad dividida, con muchas carencias y nulos recursos, coloca a un gran porcentaje de la sociedad en condiciones de vulnerabilidad, y si a ello se le suma la impunidad, que ha sido utilizado como un mecanismo del que se valen quienes buscan hacerle daño a la sociedad, nos daremos cuenta que son un muro que no permite el libre ejercicio de los derechos humanos.
Todo gobierno debe poner fin a la impunidad y garantizar el acceso libre a la justicia en casos de violaciones graves a los derechos humanos.
LA INOPERANTE CDHEH
En Hidalgo, aunado a las problemáticas planteadas a nivel nacional e internacional, debemos sumarle la ausencia (más bien carencia), de un verdadero organismo autónomo que defienda los derechos humanos, cuya persona que esté al frente, debe ser alguien que realmente conozca y luche en favor de los derechos de todas y todos, y no quiera permanecer oculto, para evitar ser cuestionado sobre la violencia y discriminación institucional, del cual son objetos los grupos vulnerables, situación que ocurre, con José Alfredo Sepúlveda, notario adscrito a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), quien prefiere organizar teatros guiñoles, y evitar la crítica y el cuestionamiento, en lugar de proponer y cabildear un verdadero marco legal, que garantice un pleno ejercicio de los derechos humanos para todas y todos.
Un verdadero Ombudsman, está al frente de las luchas en favor de los derechos humanos, los cuales por definición son progresistas, por ello alguien con una mentalidad conservadora, no logra entender la importancia de ser un defensor del pueblo, no entiende el significado de estar al frente de un organismo, que hoy solo es utilizado como botín personal de quien la dirige. El notario adscrito, goza de un salario exagerado, realizando un trabajo limitado.
Ante la crisis y el ostracismo en que vive la CDHEH, nos toca a la ciudadanía, a las y los activistas, así como a las organizaciones de la sociedad civil, para trabajar en unidad ante quienes son un lastre de los Derechos Humanos.
“Por una sociedad libre de discriminación y violencia.”
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