Un artículo de James T. Areddy, en el Wall Street Journal, explica como un ciber-yuan puede dar a Pekín nuevos poderes e influencia global, como realizar un seguimiento del gasto de las personas en tiempo real y evadir las sanciones de EE.UU. al tener una moneda que no esté
vinculada al sistema financiero.
En el siglo VII cuando el dinero significaba monedas China inventó el papel moneda; ahora el gobierno chino está acuñando efectivo digital.
En el pasado el dólar se ha enfrentado a rivales, como el euro. El dólar supera con creces a todas las demás monedas para su uso en el comercio internacional de divisas, mientras que el yuan se utilizó solo en un 4% de las operaciones.
El concepto de una moneda nacional virtual o una cibermoneda puede ser confuso. Para muchos el dinero ya es virtual, ya que las tarjetas de crédito y aplicaciones como Apple Pay en los EE.UU. y WeChat en China eliminan la necesidad de billetes o monedas físicos. Pero esas son solo formas de pago o de mover dinero electrónicamente.
Lo que está haciendo China ahora es convertir su moneda de curso legal en un código informático. Por su parte, las criptomonedas, como bitcoin, aunque existen fuera del sistema financiero global tradicional, no son moneda de curso legal como el efectivo emitido por los gobiernos, además de que han sido objeto de inmensa especulación y volatilidad.
La versión china de una moneda digital está controlada por su banco central. Se espera que brinde al gobierno de China herramientas para monitorear su economía y su gente. El yuan digital anulará un atractivo de bitcoin: el anonimato.
El yuan digital está diseñado para moverse de A a B instantáneamente, al menos en teoría eliminando una forma en que los bancos y las aplicaciones financieras se benefician de las comisiones y eliminando los breves retrasos incorporados en tales transferencias.
El único intermediario necesario es el banco central. El yuan digital reducirá los riesgos para el sistema financiero que plantean las plataformas de pago dominantes de China, que son propiedad de empresas privadas.
Pekín también está posicionando el yuan digital para uso internacional y diseñándolo para que no esté atado al sistema financiero global, donde el dólar estadounidense ha sido el rey desde el acuerdo de Bretton Woods después de la Segunda Guerra Mundial.
El dinero digitalizado podría reordenar los fundamentos de las finanzas de la misma manera que Amazon transformó el comercio minorista y Uber revolucionó los taxis.
Este hecho está generando ansiedad en Washington. Cuando se les preguntó cómo las monedas nacionales digitales como la China afectarían al dólar, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijeron que el tema se está estudiando seriamente, incluso están valorando un dólar digital.
Posteriormente, durante una comparecencia en el Senado cuestionado sobre si el dólar podría digitalizarse para ayudar a EE. UU a defender su supremacía, Powell dijo que investigar esa cuestión es un “proyecto de la más alta prioridad”.
En las pruebas de los últimos meses, más de 100 mil personas en China han descargado una aplicación que les permite gastar pequeñas donaciones gubernamentales de efectivo digital con comerciantes, incluidos los puntos de venta chinos de Starbucks y McDonald’s. Su uso es bastante sencillo, sólo se necesita apuntar tu teléfono hacia un escáner instalado en el comercio donde vas a hacer tu compra. _
Alejandro Gómez Tamez
@alejandrogomezt
* Director general gaeap