Sin agua no hay vino y en México donde se hace vino falta el agua.
Parras, Coahuila, una región vitivinícola por excelencia, enfrenta un serio problema de agua que ya alcanzó a una de las marcas de mayor prestigio en el país: Casa Madero, cuyos viñedos fueron invadidos la semana pasada por un grupo de ejidatarios que tomó el control de la infraestructura de riego de la empresa.
El conflicto ha escalado a tal grado que desde el miércoles de la semana pasada, cada tarde, alrededor de las 6, llega un grupo de ejidatarios supuestamente armados con machetes, amenazando con que también tienen armas de fuego si se requiere, y se quedan hasta el amanecer para evitar que Casa Madero utilice el agua y riegue.
En la región había más de mil litros de agua disponibles por segundo, ahora tienen menos de la mitad, unos 300 o 400 litros de agua por segundo, que deben distribuirse los alrededor de 16 usuarios. Por eso los representantes de la empresa dicen que lo que buscan es alcanzar un acuerdo sustentable en beneficio de todos.
El viñedo de Casa Madero, de más de 400 años de antigüedad, tiene una superficie de 400 hectáreas de donde toma el agua, aunque el Movimiento en Defensa del Agua de Parras no lo considera así, sus integrantes aseguran que se debe liberar el vertedor de agua que no está dentro de Casa Madero, sino en una carretera ejidal.
Aunque el conflicto se le ha atribuido a la falta de agua y no a la delincuencia, entre vitivinicultores se asegura que el crimen organizado local sí ha intervenido. Para algunos, el discurso sobre que el agua está sindicalizada es en realidad una fachada del crimen organizado, que ha promovido acuerdos “tácitos y llevaderos” para garantizar el insumo, escalando las amenazas y cobrando grandes cuotas que les han sido imposibles de pagar a los dueños de los viñedos.
A pesar de la problemática que la toma de sus instalaciones representa, Casa Madero no ha anunciado el cierre de operaciones como en redes sociales se intentó difundir este lunes; lo que sí ha admitido es que va a perder toda la cosecha si le siguen quitando el acceso al agua.
Alejandro Domínguez
@AlexDominguezB