Solemos sentir repugnancia cuando nos hablan del lavado de cerebros, pues lo consideramos como una agresión a la libertad. Entendemos que esas prácticas tratan de imponer formas de pensar propias de grupos e ideologías amañadas que buscan, por lo general, los beneficios de sectores pretendiendo dominar a personas concretas.
Indudablemente, esta visión negativa tiene fundamento, pues la historia de la humanidad está repleta de ejemplos negativos productores de diversos tipos de esclavitud, de perversión, e incluso, de guerras y exterminios.
En nuestra civilización —si es que se le puede llamar así— domina la diosa libertad, y todo lo que pueda oponerse a ella es considerado como el peor pecado.
Lo curioso es que, a pesar de la repugnancia que sentimos contra el lavado de cerebros, no solemos darnos cuenta de que la mercadotecnia al servicio de la economía de mercado, la publicidad política, y las ideologías que se auto-denominan “liberadoras”, han estado lavando nuestras mentes.
Soy de la idea de que —en contra de lo que suele pensarse— hay lavados de cerebros que son positivos, y me permito presentar un ejemplo: La hipersexualización se ha empoderado con gran fuerza a través del cine, la televisión e internet en las mentes de millones. Todo esto está exigiendo urgentemente un profundo lavado de los cerebros que se encuentran impregnados de suciedad.
A diario aumentan los casos de matrimonios y noviazgos que padecen problemas ocasionados, en buena parte la pérdida del pudor. Todo esto está provocando un aumento de casos patológicos que requieren de atención psicológica y psiquiátrica. Los especialistas, al igual que muchos educadores, y por supuesto, padres de familia, están preocupados por los desórdenes que esto ocasiona.
Vemos con preocupación que aumentan los casos de embarazos en adolescentes. ¿Pero quién se atreve hoy en día a proponer la formación de una conciencia limpia sin ser acusado de mojigato y puritano?.
Ojalá se pudieran comprar detergentes para lavar cerebros. Sin duda, la labor más eficaz en estos temas la podemos encontrar dentro del hogar.
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