Política

Elecciones generales en EUA: elementos clave

  • Columna de Alejandra Bracho
  • Elecciones generales en EUA: elementos clave
  • Alejandra Bracho

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00


“Cada elección
es determinada por la gente
que se presenta a votar”
Larry J. Sabato

A menos de dos meses de las elecciones generales en Estados Unidos (EUA), el país atraviesa por una crisis. El 52% de los estadounidenses desaprueba el mandato del presidente Donald Trump, la nación lucha contra los estragos de COVID-19 y atraviesa una ola de inestabilidad social y manifestaciones motivadas por el racismo estructural y la violencia policial.

Esto se suma a las tensiones de un año electoral. La votación en EUA se llevará a cabo el 3 de noviembre, la cual incluye la elección presidencial, todos los escaños de la Cámara de Representantes (435), 35 del Senado y 11 gubernaturas (7 en control republicano y 4 demócrata). Por ello, el manejo de la pandemia y las protestas han tomado un tinte político, que podrían aumentar la inestabilidad del país con el resultado de los comicios.

¿Qué dicen las encuestas? A finales de agosto, las Convenciones Nacionales Demócrata y Republicana definieron oficialmente a Joe Biden y a Donald Trump como candidatos presidenciales. Según los promedios nacionales de encuestas, el voto popular favorece entre 7%-7.5% al candidato demócrata.

El sistema estadounidense requiere al menos 270 votos electorales de un total de 538 para ganar la votación presidencial. Actualmente, los pronósticos dan una ventaja al Partido Demócrata, pero todavía hay estados con incertidumbre electoral (swing states), como Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Iowa, Michigan, Ohio, Pensilvania, Texas y Wisconsin. En 2016, Trump ganó esos estados, actualmente Biden lidera 6 de ellos.

El periódico The Washington Post sugiere que si Biden atrae 1% de los votantes blancos indecisos que Trump ganó en Carolina del Norte, Michigan, Minnesota y Wisconsin en 2016, podría vencer con 307 votos electorales. CNN plantea diversos escenarios donde Trump o Biden ganarían por solo 270 votos electorales, así como la posibilidad de un empate.

En la Cámara de Representantes es muy probable que el Partido Demócrata mantenga su mayoría. Necesitaría 218 escaños para conservar el control de la Cámara, actualmente tiene 222. Sobre el Senado, hay incertidumbre: 35 senadores se someterán a votación (23 republicanos y 12 demócratas), los demócratas necesitarían ganar de 3 a 4 asientos y mantener los 12 actuales para obtener la mayoría.

¿Se repite la historia? Las encuestas a nivel estatal muestran una carrera relativamente estable a favor de Biden. Sin embargo, hace 4 años esas mismas encuestas ponían con un margen similar de ventaja a Hillary Clinton sobre el entonces candidato republicano, Donald Trump (46% vs. 42%).

En 2016, Clinton ganó el voto popular pero no los votos electorales, historia que podría repetirse en estas elecciones. La diferencia en esta ocasión es que el Partido Demócrata podría beneficiarse de la tendencia anti-Trump, incluso entre republicanos y conservadores, lo cual consolidaría su victoria.

Kamala Harris. Sería la primera mujer vicepresidenta. De 55 años, política moderada, senadora por California y exfiscal general del mismo estado. Como fiscal tuvo posicionamientos en favor de la policía –motivo de crítica desde su nominación–.

La elección de Harris fue una estrategia política inteligente. Aunque históricamente la vicepresidencia tiene poco impacto electoral, como compañera de fórmula sumará votos a la boleta demócrata: hace frente a la escasa representatividad afroamericana y femenina en las élites políticas, moviliza el voto de las minorías que no favorecieron a Clinton en 2016, y sugiere una posible sucesión de Biden en 2024, quien por su edad (77 años)se estima complicado un segundo mandato.

¿Y los latinos? De acuerdo con el Pew Research Center, 32 millones de latinos son elegibles para votar en estas elecciones, el grupo minoritario más grande de EUA. Una encuesta de Latino Decisions de agosto muestra que 66% votaría por Biden y 24% por Trump. Históricamente, los latinos suelen votar por los demócratas.

En 2016, se registraron altos índices de abstención hispana. Trump obtuvo 28% del voto latino y Clinton el 66%, lo cual no fue suficiente para ganar la elección. En 2020, la intención de voto latino es de 69%, será clave analizar si las propuestas de Biden dirigidas a esa comunidad hará eco en estados decisorios como Florida o Arizona.

COVID-19: arma de doble filo. El 54.3% de los estadounidenses reporta elevada preocupación por el impacto económico del coronavirus, motivo de peso para restar votos a Trump: el PIB se contrajo a una tasa anualizada de 32.9% en el segundo trimestre de 2020, la tasa de desempleo se situó en 8.4% en agosto –descenso por cuarto mes consecutivo– y en julio se registró el mayor déficit de comercio exterior desde la crisis de 2008.

A su vez, la pandemia se convirtió en una herramienta electoral: el presidente impulsa una autorización de emergencia a la vacuna contra COVID-19 sin concluir la tercera etapa de pruebas clínicas. También, solicitó a los 50 gobernadores prepararse para distribuir las vacunas en cuanto estén disponibles. Si la estrategia rinde fruto, legitimaría su actuación ante la crisis y sumaría votos para su reelección.

Voto por correo. El incremento del voto anticipado por la pandemia podría prolongar el resultado final de la elección, declarar a Trump ganador virtual la noche de las elecciones y que éste sea superado por Biden después de contar los votos por correo. Según una encuesta de Axios, 69% de las personas que votarán por correo lo hará por Biden y 19%, por Trump.

El presidente Trump aseguró que el voto por correo era una vía para el fraude electoral, incluso dijo que podría apelar el resultado final de las elecciones.

¿Qué falta? Los 3 debates entre los candidatos presidenciales y entre los candidatos a la vicepresidencia. Más allá del impacto en los votos, los debates refuerzan el sistema democrático y obligan a los candidatos a exponer sus propuestas y contrastar sus ideas.

Aún es prematuro declarar un ganador. Los debates serán clave para comparar la formación política de los candidatos, ambos dentro del molde clásico de los políticos estadounidenses: hombres, blancos y mayores de 70 años. La pregunta es si Biden logrará deslindarse de ese estereotipo, mostrarse como un candidato progresista, lidiar con la estrategia provocativa de Trump y llegar al público indeciso que definirá la elección. Es probable que, sin importar el resultado de noviembre, el periodo post electoral hasta la toma de protesta sea ríspido y confortativo.

*Internacionalista, egresada de la Universidad Iberoamericana y el Instituto de Investigación Ortega y Gasset. Trabaja en la Jefatura de Oficina en la Cancillería.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.