
Esta semana se disputaron los juegos de futbol más importantes para nosotros los mexicanos. Y es que, además de ser semifinales, los equipos de mayor rivalidad se enfrentaron entre ellos con grandes jugadas y pasión.
Habrá quienes consideren que el América-Chivas es el clásico de clásicos, pero los norteños sabemos que Rayados-Tigres es el evento deportivo más importante que puede presenciar cualquier persona que sepa apreciar el futbol.
Escogemos a nuestro equipo desde que somos pequeños y lo hacemos basados en la imitación o la presión social.
Desde niños nuestro mayor deseo es generar comunidad para sentirnos queridos y el futbol es una buena forma de hacerlo, por lo tanto, el equipo que apoyamos usualmente será el que nuestra familia o amigos cercanos prefieran también. No fue una elección consciente ni racional, no vemos pros y contras, solo nos dejamos llevar.
Y así, con esa misma falta de consciencia, es como desde pequeños formamos hábitos de salud que después nos daremos cuenta de que son erróneos y que, a diferencia de cambiar de equipo de futbol, podemos modificar para vivir más y mejor.
El clásico más importante, entonces, es el que juegan todos los días tus hábitos de salud: los malos contra los buenos.
Si evalúas tu vida actual en términos de futbol tendrás que ser capaz de responder cómo va el marcador: ¿vas ganando o perdiendo en salud? Te comparto una forma objetiva de responder esta incógnita evaluando los pilares de tu vida que influyen en tu longevidad, donde por cada respuesta afirmativa tienes un gol a favor y por cada negativa, uno en contra:
¿Descansas bien cuando vas a dormir?
¿Tienes un nivel de estrés compatible con la vida que deseas?
¿Tu alimentación aporta los nutrientes adecuados para darte salud?
¿Tu cuerpo es fuerte y capaz de soportar tus actividades diarias sin llevarte al cansancio?
¿Eres capaz de prescindir de cigarro (o alcohol, drogas) la mayor parte de tu tiempo?
Si te sorprendió saber que tu marcador final indica que vas perdiendo, no te comportes como un aficionado de tus malos hábitos.
Entiendo que hablando de futbol podremos defender a nuestros equipos a muerte y cegarnos ante el daño emocional que nos causa cuando pierden, pero no debemos aplicar esta misma lógica a nuestra salud.
No defiendas que con dormir cuatro horas estás bien o que tomar cinco tazas de café antes de las 11 de la mañana te mantiene más activo, porque esto te va a llevar a un infarto.
Si notas que uno de tus hábitos hoy significa en tu vida tener un gol en contra, busca las estrategias para cambiarlo.
Un jugador, comprometido con ganar, se acerca a su director técnico para que le dé mejores estrategias de juego cuando todo está en su contra. Quiere salir triunfal de ese enfrentamiento, así como todos deseamos hacerlo de nuestra vida.
Entonces, si hoy tu marcador de salud y hábitos juega en tu contra, busca asesoría, cambia, mejora y no te aferres a aquello que tú sabes que te hace daño. Nuestro ego podrá ser muy grande como para apoyar a otro equipo (en especial si es el rival del clásico), pero no debe serlo como para cambiar nuestros hábitos por otros que nos lleven a vivir la vida de calidad que deseamos.
No olvides que tú eres el 10 de tu equipo, el mejor en la cancha y que sea cual sea tu marcador actual, este juego no se acaba hasta que se dé el pitazo final.
Aún puedes ganar y estoy segura de que tienes una afición entera apoyándote. No nos defraudes.