Las mujeres ocupan cada vez más posiciones de liderazgo político, un paso crucial hacia una sociedad más justa y equitativa. Este año, México alcanzará un hito significativo al elegir a su primera presidenta de la República, un claro reconocimiento de que el país está completamente preparado para ser liderado por una mujer.
En Hidalgo, al menos 27 municipios serán gobernados por mujeres, incluyendo diez representantes de comunidades indígenas, más las que se vayan sumando como dice Eduardo González, quien resalta que podría darse una cifra histórica de presidentas municipales tras las elecciones del 2 de junio. Igualmente, existe la posibilidad de que alcancemos un número récord de diputadas federales este año. Además, tres de cada cuatro candidaturas hidalguenses al Senado son ocupadas por mujeres.
Las mujeres han demostrado, en el ámbito político reciente, una habilidad excepcional para liderar, gestionar y tomar decisiones cruciales en momentos de crisis. Su capacidad de diálogo, consenso y enfoque en el bienestar social las convierte en líderes ideales para construir un futuro mejor para todos.
El ascenso mundial de las mujeres a posiciones de poder es un merecido reconocimiento a su capacidad, liderazgo y resiliencia. Ejemplos como Angela Merkel, quien dirigió Alemania de 2005 a 2021 con una mezcla de pragmatismo y visión, han demostrado que el liderazgo femenino puede guiar a las naciones a través de crisis y hacia períodos de prosperidad. Durante la pandemia del covid-19, líderes como Jacinda Ardern en Nueva Zelanda y Tsai Ing-wen en Taiwán destacaron por su gestión efectiva ante la crisis sanitaria.
Los recientes avances de las mujeres en la política global y local reflejan una transformación profunda y positiva. Su capacidad para liderar, manejar crisis y promover cambios sociales ha sido evidente en diversos contextos sociales. Mientras que la igualdad implica ser iguales en estatus, derechos y oportunidades; la equidad se centra en cómo alcanzar esos objetivos a través de la justicia y la imparcialidad.
Con un horizonte político en Hidalgo marcado por una gubernatura de tan solo dos años al concluir el mandato del gobernador Julio Menchaca Salazar, este dinamismo femenino sugiere que Hidalgo está en camino de elegir a su primera gobernadora para el periodo 2028-2030.
Sin duda, el futuro de la política está marcado por la presencia cada vez más fuerte de las mujeres. Su participación activa en la toma de decisiones es fundamental para construir un mundo más justo, equitativo y próspero para todos.