El 26 de enero es el Día Mundial de la Educación Ambiental. En un aula imaginaria, los funcionarios de la Semarnat y del Fonatur, gobernadores, desarrolladores inmobiliarios y hoteleros escuchan a expertos y biólogos cuando les explican la importancia de los manglares: funcionan como pulmones del ambiente porque producen oxígeno y captan dióxido de carbono; cerca de 70 por ciento de los organismos capturados en el mar realizan su ciclo de vida en una zona de manglar o laguna costera; son sitios de anidamiento para aves, zonas de alimentación, crecimiento y protección de reptiles, peces, crustáceos y moluscos; sirven como filtros naturales que purifican el agua; estabilizan los terrenos costeros contra la erosión; mitigan el cambio climático mediante la reducción de gases de efecto invernadero; forman una barrera natural protectora contra huracanes y tormentas y regulan el flujo de agua de lluvia, entre otros servicios ecosistémicos. En términos económicos, cada hectárea de manglar genera 100 mil dólares por año, 37 mil 500 solo en el rubro pesquero. Se estima que México pierde sus manglares a una tasa anual promedio de 2.5 por ciento y que a ese ritmo, en 25 años habrá perdido 50 por ciento. Le quedan 770 mil hectáreas... La falta de visión, de ética, la codicia, la débil aplicación de las leyes....
Todo fue legal, los permisos estaban en regla, dirán los funcionarios acerca del manglar Tajamar en Cancún arrasado durante la oscuridad de la noche el pasado 16 de enero. Ignoraron a académicos y ambientalistas y el amparo concedido para la suspensión de la obra. Olvidaron que la legalidad es condición necesaria, pero no suficiente, y que es posible el desarrollo sostenible con responsabilidad. Como advierte el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza A.C., "la forma de proceder implicó un daño ambiental que pudo haberse evitado con voluntad y sentido común".
Hoy mismo, dirán los funcionarios, Profepa envió drones a verificar los daños y la policía municipal cuida las 57 hectáreas —vendidas por el Fonatur, con permiso de la Semarnat, a 22 empresas en 2005— de las organizaciones y los ciudadanos que insisten en salvar el manglar que podría regenerarse en 30 años. Y piden a la ONU la cancelación de Cancún como sede de la Convención sobre la Diversidad Biológica COP13, en diciembre de este año.
En el aula imaginaria alguien evoca a José Emilio Pacheco en el segundo aniversario de su partida un 26 de enero. Y su poema "México, vista aérea": Desde el avión ¿qué observas? Sólo costras,/ pesadas cicatrices de un desastre...