Cultura

Vida extraterrestre


There is no definitive census of all the intelligent species in the universe. Not only are there perennial arguments about what qualifies as intelligence, but each moment and everywhere, civilizations rise and fall, much as the stars are born and die. Time devours all.
Ken Liu, The bookmaking habits of select species

El escritor de ciencia ficción Ken Liu resume el tema de la existencia de vida inteligente de manera preclara. Establece preguntas claras y fundamentales como qué es la inteligencia y cuáles serían las maneras de conservar y transmitir el conocimiento, entre otras.

Damos más o menos por hecho que sí existen otras formas de vida en el universo. Los argumentos incluyen composición química de los planetas, su cercanía a una estrella y la tendencia universal a formar moléculas autorreplicantes. Pero también se estudia un tema fundamental: el tiempo. Desde el inicio de este universo y hasta la consolidación de galaxias, sistemas solares y planetas, se ha tenido tiempo suficiente para que muchos de estos mundos evolucionen, generen civilizaciones y desaparezcan. Se puede especular, estadísticamente, sobre cuántos planetas podrían existir solo en nuestra galaxia. El cómputo se establece de acuerdo con el total de estrellas y, de acuerdo con el descubrimiento –reciente– de exoplanetas, a la cantidad de estos que pudieran existir y, de ahí, a cuántos de ellos podrían albergar –o haber tenido– vida. Esto nos lleva a otro apartado: ¿qué clase de vida? Bueno, pues tomemos en cuenta dos cosas: la primera, el tipo de vida que conocemos, el de nuestro mundo y, segundo, las tantas maneras y formas en que la vida podría desarrollarse y que solo son posibles en las mentes de escritores de fantasía y ciencia ficción. Recordemos que la vida puede existir en cualquier parte y en cualquier estadio de evolución, desde organismos unicelulares hasta estructuras multicelulares pensantes. En la novela de Stanislaw Lem, Solaris, se plantea un escenario interesante; el hombre ha descubierto un planeta deshabitado cubierto por un océano extraño, reactivo. Resulta que este océano es un organismo vivo, una especie de protoplasma de proporciones planetarias que ha desarrollado un tipo de conciencia, de inteligencia, que interactúa con los viajeros humanos.

Un tema que se considera fundamental para entender la posibilidad de vida en otros planetas es el agua. Suponemos que se trata del medio por excelencia para desarrollar tal fenómeno. Por lo menos en nuestro planeta la evidencia es avasalladora y no queda duda que la vida aquí comenzó en ese medio. Suponemos así que muchos planetas –y lunas– que contienen agua podrían albergar algún tipo de vida. Se ha hecho ver que el problema, por lo menos lo que podemos observar en nuestro sistema solar, es que este líquido se encuentra bajo capas de hielo, conciliando la existencia de cualquier proceso orgánico. ¿Quiere decir que la vida sobre una superficie sólida, o incluso gaseosa, no es posible? Sí y no. Aparentemente la vida se desarrollaría en algún tipo de líquido y de ahí evolucionaría, como en la Tierra, hacia un medio sólido y despúes a la atmósfera. Pero, ojo: ese es el escenario de nuestro mundo, no podemos universalizar. Pienso que algún tipo de vida puede iniciar en un mesénquima que contenga elementos específicos y condiciones de energía, tanto solar como eléctrica y química, para catalizar el proceso. Apuesto por ello. Pero también podrían existir mundos donde le superficie contenga alguna clase de gel, alguna base coloidal que sirva para el desarrollo de súper moléculas. Recordemos el caldo primigenio propuesto primero por Oparin y Haldane, y luego llevado a un ensayo por Urey y Miller en 1953.

Lo cierto es que necesitamos sondas espaciales para explorar las lunas y otros cuerpos del sistema solar. Solo así podremos corroborar una parte de nuestras teorías y sospechas. Pero falta algo muy importante: evidencia extrasolar, o sea los fenómenos que se dan fuera de nuestro sistema solar. ¿Por qué? Porque el sistema solar evolucionó como un sistema más o menos cerrado. Los procesos que se dieron en la Tierra pueden ser parecidos a los que vamos a encontrar en planetas y lunas de nuestros vecinos, algunos ya probados en la Luna y en Marte. Por supuesto que no debemos descartar el hecho científico de que, estando el cosmos hecho de los mismos materiales y sometido a las mismas leyes, podemos ensayar con confianza toda suerte de posibilidades. Pero yo tengo mis reservas hacia lo que entendemos por “universal” y creo que debemos ser cautelosos al momento de querer extrapolar y proyectar lo que conocemos hacia todo el cosmos. Dice el capitán Kirk, de la nave Enterprise:

“There is no such thing as the unknown, only things temporarily hidden temporarily not understood”.

Las condiciones en los distintos mundos que existen son diferentes, cambian tanto en composición como en proporción y efectos. La vida en la Tierra fue gradualmente adaptándose y cambiando de acuerdo con la cantidad de oxígeno que se fue generando. Así, tenemos un periodo muy notorio llamado la explosión cámbrica, en donde se generaron especies que formaron casi todas las formas de vida que conocemos hoy. El oxígeno fue el catalizador. En este planeta, claro.

Estamos frente al inicio de una gran aventura, una como nunca se había dado antes. Y quién sabe cuántos de estos mundos y civilizaciones que hemos imaginado realmente hayan existido. Apuesto que varios.

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Adrián Herrera
  • Adrián Herrera
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.