Política

Un soldado en cada hijo te dio

Marcelo Ebrard, titular de la secretaría de relaciones exteriores, ya tiene bastante tiempo en campaña desde que lo destapó como corcholata el presidente; se hace el que no sabe, pero vaya que sabe, que no se puede repicar y andar en la procesión.

O anda en campaña o se dedica a trabajar para el Gobierno que lo designó titular de la cancillería. El que a dos amos sirve...

Y es que resulta punto menos que risible, que, en su reciente estancia en Tijuana, se le haya ocurrido hacer un llamado a dejar sus cargos en el gobierno a quienes andan en plena campaña como son él, la señora Sheinbaum, el señor Adán Augusto y el senador Monreal. O sirven a Dios o sirven al diablo. Se mordió la lengua el Canciller. Se pasa.

En su enésima gira en la que además de promocionarse aprovecha como siempre cada oportunidad para presentar su libro autobiográfico, el señor Ebrard quiso explotar el chauvinismo, al alardear que "no permitiremos que ninguna fuerza extranjera ponga un pie en México". Como si en verdad estuviésemos allá por los años 40`s cuando el mundo entero se debatía con el conflicto de las potencias del Eje Berlín-Roma-Tokio y los Aliados y andábamos en las que le entrábamos o no a los cocotazos.

Pero como dice su propio jefe: "eso era antes", "eso ya pasó", pero no se da cuenta el señor Canciller que ya pasó la moda del discursito de la exaltación a la defensa de la patria y defensa de la soberanía ante una posible invasión extranjera.

La primera estrofa de nuestro Himno Nacional dice: "Mas si osare un. extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo, un soldado en cada hijo te dio". Es cierto, pero no venía al caso en su gira proselitista.

Ebrard, en la apoteosis de sus sueños presidenciales, lanzó la arenga, desafiante, exaltando los ánimos, para que todos, soldados de la patria, nos alcemos a defenderla, porque el cielo en cada uno de nosotros le dio como hijos a puros soldados. Ni al caso.

No es para tanto. No estamos en guerra ni nos van a invadir. Nadie quiere adueñarse de un país profundamente dividido, polarizado, incongruente, desordenado, violento, confrontado y asediado por las siete plagas y para colmo, gobernado por poderes de facto.

El señor Canciller debiera dejar su cargo y dedicarse de lleno a su campaña, porque eso sería congruencia pura; o bien, si lo prefiere hacer su trabajo por él le pagamos muy bien, y en lugar de andar exacerbando ánimos patrioteros, debería impedir más caravanas de migrantes como la enésima que ya se dirige de Chiapas a la Ciudad de México.

Y lo mismo deberían hacer las demás corcholatas. O se promocionan y abiertamente se dedican a su campaña o se ponen a trabajar y desquitar el sueldo. Ya basta de estarse burlando.


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Abel Campirano
  • Abel Campirano
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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