Entre 1978 y 1984 el actor mexicano Ricardo Montalbán como el señor Roarke, y Hervé Villechaize como Tattoo, su secretario, protagonizaron esa serie de televisión producida por la compañía Spelling-Goldberg para Columbia Pictures.
Tuvo un gran éxito entre los televidentes. La trama se desarrollaba en una remota y misteriosa isla ubicada en el Pacífico, a donde llegaban personas de todo tipo a cumplir sus fantasías a cambio de una suma de dinero. Los sueños de los invitados se convertían en realidad, aunque efímera, porque una vez realizada su fantasía emprendían el regreso a sus lugares de origen.
Todos llegaban en un avión y cuando era éste avistado por Tattoo, el ayudante del señor Roarke, anunciaba a todos su llegada con el grito que se hizo famoso y que aún permanece en nuestro recuerdo:” El avión, el avión”, haciendo sonar una campana, para que todos se dieran cuenta de la llegada de la aeronave.
Vino a mi recuerdo esta inolvidable serie con la reciente inauguración del Tren Maya. El presidente no cabía de gusto, pocas veces lo había visto con una sonrisa de oreja a oreja y una cara de satisfacción, como cuando mostró su boleto de ingreso y en el pecho portaba orgulloso el gafete que le dieron como ocupante privilegiado del vagón número uno.
Un viaje de seis horas de duración de Campeche a Cancún. Se le cumplió la fantasía. Los invitados al primer recorrido eran los Tattoos del primer mandatario. “El tren, el tren, el tren” pareciere que gritaban los selectos pasajeros que serían transportados en la fantasía del presidente.
Su sueño, su proyecto personal, se le cumplió. Tanta era su vanagloria, que orgullosamente dijo que el proyecto se había pagado en un cincuenta por ciento con lo que se había ahorrado de la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Tengo mis dudas al respecto porque no salen las cuentas, pero debo rectificar: en el mundo de la fantasía debe creerse ciegamente lo que a uno le dicen.
La Sedena, el señor Rourke de la 4T, le cumplió su sueño del trenecito y pronto el avioncito. Estaba tan contento el primer mandatario, como un niño que no cabía del gozo nos regaló hasta 45 minutos de entrevista, claro, a modo.
Estamos cerrando el año disfrutando de la isla de la fantasía; el país está en paz; trabajando y progresando, vivimos en tranquilidad, con la seguridad que nos brindan las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional; lo que dicen que ha sucedido en Zacatecas, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Michoacán y la reciente masacre en el Edomex y que vemos en periódicos, y noticieros y redes sociales, son inventos del conservadurismo, puras mentiras, fake news; vamos bien, el pueblo está contento, se acabó la corrupción -eso era antes- ya viene la mega farmacia en Huehuetoca y no habrá desabasto de medicamentos pues tendremos medicinas y ¡de todo el mundo!, y además pronto andarán volando los avioncitos de Mexicana de Aviación. ¡Que hermosa fantasía! El país de los sueños.
Gracias presidente por adelantarnos nuestro regalo del 28 de diciembre, el día de los inocentes.
