La emisión de 7 mil 500 millones de dólares en deuda soberana, estará destinada fundamentalmente a financiar el gasto durante el año electoral convirtiendo a nuestro país en el mayor emisor soberano con calificación BBB, con vencimientos a 5, 12 y 30 años y con tasas de interés fluctuantes entre 5.07% y 6.45%.
La deuda soberana es el monto de una suma de dinero que emite el gobierno para financiarse cuando sus ingresos no le son suficientes. En el lenguaje distorsionado que usan los políticos, no se revela su verdadero significado y la gente simplona, la que no le entiende a nada y no hace el esfuerzo por entender, se resigna con el discurso oficial mentiroso y tergiversado.
Los gobiernos de antes, nos decían que no estábamos en suspensión de pagos y prueba de ello era el pago del “servicio de la deuda” cuando en lenguaje común y corriente, estábamos pagando los intereses de los créditos solicitados por nuestro gobierno y que nosotros tenemos que cubrir vía impuestos.
El gobierno actual, definitivamente al menos igual, si no es que peor que los anteriores, nos presume la “emisión de la deuda soberana” que no es otra cosa que un nuevo endeudamiento al país, a costa de millones de mexicanos que viven en la ignorancia supina y que siguen creyendo en un gobierno de mentiras que ha traicionado a la confianza del electorado pues ha robado, ha mentido y ha traicionado.Nos prometieron no talar ni un solo árbol con la construcción del tren maya, que el año pasado la refinería Dos Bocas estaría refinando, que el ejército se regresaría a sus cuarteles, y que la gasolina estaría a diez pesos. Mentira tras mentira, han robado y traicionado las ilusiones y las esperanzas de millones de mexicanos.
Las amas de casa ya no saben qué hacer para afrontar el enorme desafío del gasto corriente del hogar, con servicios cada vez más caros, impuestos más altos y con menor ingreso real porque, reitero, aunque el salario mínimo se incrementó en este año, no alcanza para cubrir las necesidades básicas de una familia, los precios van ganando la carrera al alza.
Es preciso que la gente se dé cuenta que nos están engañando; claro que nos estamos endeudando; simplemente en el caso de las remesas que el Gobierno emplea para alardear una economía fuerte, se soslaya que son producto del esfuerzo de millones de mexicanos que trabajan en el extranjero sufriendo lo indecible para ayudar a sus familias en nuestro país. El dinero no proviene del gobierno sino de los millones de mexicanos ausentes de su paria.
Igualmente ha sucedido con la cuestión de la corrupción que sigue a la vista de todos, lo mismo con la inseguridad cada día más creciente e incontrolable, mientras que el jefe del gobierno federal se pasa el tiempo inaugurando obras inconclusas, no terminadas, engañando a los bobos, y eso es mentir, robar y traicionar, exactamente todo lo contrario de lo que predica el presidente Lopez Obrador.
Es tiempo de empezar a abrir los ojos. En junio de este año, tendremos la disyuntiva de seguir hipotecando a las futuras generaciones o poner un alto a los malos gobiernos como este, el de los morenos, que hipócritamente se aprovechó de la buena fe de los votantes en el 2018, para ser igual o peor que los otros, ya que camina con bandera de bueno pero no puede ocultar su tremenda rapacería.