En poco tiempo se hizo una tradición, y en el mes de septiembre el Notariado Nacional reduce sus costos y honorarios con el fin de permitir que todos los ciudadanos puedan otorgar su testamento.
El testamento es el acto jurídico revocable y libre por el cual una persona dispone de sus bienes y determina la forma de cumplir con sus obligaciones para el momento de su muerte.
Debe otorgarse en forma personal, es decir que el propio testador o dueño del patrimonio es el que debe acudir a las oficinas del Notario para expresarle su voluntad al respecto, sin que se le permita que sea a través de un mensaje de voz, correo electrónico, carta o recadito. Tiene que ir el forzosamente.
Es revocable, porque usted tiene el derecho de acudir cuantas veces quiera a cambiar su decisión. Me explico: Si usted va en este mes de septiembre a otorgar su testamento ante el notario de su preferencia y en el mes de noviembre o diciembre cambió de parecer con la designación de herederos o con la forma como quiera que se distribuyan los bienes que constituyen su patrimonio, tiene la plena libertad de ir con el mismo o con otro Notario y decirle que usted anteriormente había otorgado testamento, pero es su voluntad otorgar otro sin mayor problema.
Al otorgar su testamento, no pierde la titularidad dominical de sus bienes. Usted sigue siendo el dueño de sus cosas, su casa, su carro, su dinerito en el banco, su pensión, porque el testamento es un acto diferido, es decir no transmite en ese momento, en ese instante la propiedad de sus bienes a sus herederos, sino que cuando ocurra su fallecimiento entonces podrán pasar a sus beneficiarios.
Por tanto, si usted hizo un testamento en el que indicó que su casa pasara a ser propiedad de sus hijos al momento de su fallecimiento, pero tiene en este momento intenciones de venderla para comprar una más pequeña o para salir de una deuda o simplemente para gastar su dinero, no tiene la limitación del testamento, porque en la oficina del registro público de la propiedad seguirá estando registrada a su nombre.
En el testamento usted es libre de decidir la manera como habrán de distribuirse los bienes a su muerte. No se deje influenciar de nadie. Los Notarios son muy escrupulosos en ese sentido y usted deberá encontrarse a solas con él en su oficina y manifestarle libremente su voluntad sin dudas y las que surjan deberá aclarárselas el Notario, para que el Testamento quede bien hecho y quede expresada con toda claridad su voluntad.
Importante es que sepa que debe dejar un albacea que se encargue de hacer cumplir su testamento; debe ser una persona de su confianza y puede ser incluso pariente y debe usted saber que el albacea no se convierte en dueño de sus cosas ni nada parecido, es simplemente una persona en quien usted está depositando su confianza para que sea cumplida cabalmente su última voluntad.
El mes de septiembre es una excelente oportunidad para que otorgue usted su testamento o cambie el que tiene si es que desea hacerlo, pues los precios del Notariado son módicos (apenas superan los dos mil pesos). Algo que debe saber es que el testamento no pierde su validez con el tiempo, es decir, si usted otorgó uno hace diez o veinte años, sigue siendo válido, pues como es revocable, solo otorgando uno nuevo y expresando al Notario su deseo de revocar el anterior es como perderá su validez.
Dese un tiempecito para que en este mes de septiembre que estamos a punto de iniciar, otorgue su testamento, no deje problemas a sus familiares.
Recuerde que la muerte, sin ser fatalista, pero es algo que tiene que suceder tarde o temprano. Lope de Vega nos lo recordaba en el verso: “Que tengo que morir es infalible/dejar de ver a Dios y condenarme,/triste cosa será, pero posible ...”.
