Por: Leonardo Núñez González
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
En este sexenio, la ciudadanía se inconformó más que antes con las respuestas oficiales, pues mientras que de 2015 a 2018 el INAI recibió un promedio de 26.8 recursos de revisión al día, para el periodo de 2018 a 2022 prácticamente se duplicó, pasando a 53.23 recursos de revisión diarios. Ese medio centenar de quejas diarias se acumularán y quedarán sin respuesta, llevando al gobierno a aquello que el Secretario de Gobernación, Adán Augusto, ha nombrado como un “mundo ideal”. Lo peor es que este mundo ideal de opacidad se vuelve escuela pues, así como los maestros priistas enseñaron a López Obrador, este régimen está pasando la estafeta a la siguiente generación de gobernantes. Sirva de ejemplo que el gobierno de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México se ha negado a transparentar los datos abiertos de todos los contratos de la capital. Esto ha llegado al punto de que han entregado discos con carpetas vacías, documentos en PDF ilegibles y enredados laberintos digitales en los que se necesitan más de mil clics para conseguir algo de información.